Shankar fue raptado de África y llevado hasta un zoológico ubicado en India, en el que ha pasado unos 24 años aislado de su hábitat
Todos los animales deberían ser tratados de la mejor manera, ninguno merece vivir maltratos ni en malas condiciones. Tampoco que sean tratados con objetivos de entretenimiento ni de negocios, pues, todo ello resulta muy cruel.
A pesar de ello y de todos los esfuerzos que día a día hacen los activistas a favor de los animales, son muchos los ejemplares que, en la actualidad, sufren las consecuencias de las políticas injustas hacia ellos y sus derechos.
Nos referimos en este caso específico a Shankar, un elefante africano que fue secuestrado de su hábitat natural, para ser llevado un zoológico en Delhi, capital de India, hace unos 24 años.
Recientemente, existe una queja judicial en la que se exigen que el paquidermo sea liberado y regresado a su hábitat. Se conoció que la petición, es obra de la activista Nikita Dhawan, fundadora de la organización sin fines de lucro Youth For Animal.
La activista explicó que el elefante ha estado aislado completamente por muchos años, por lo que, considera prudente que sea rehabilitado en un santuario en compañía de otros elefantes africanos.
También denunció que Shankar ha estado sufriendo maltratos del personal empleado del zoológico, por lo tanto, su solicitud debería ser tomada como caso urgente, ya que su vida está en riesgo.
Bien es de saber que, en la cultura India, a los elefantes les otorgan un estatus más elevado. Muchos de nosotros hemos podido ver en televisión, películas y revistas que, están en todos lados, en templos, en propiedades privadas y hasta en su propia historia.
Al principio Shankar estaba acompañado de Bombai, otro elefante africano con el que formó una amistad muy cercana, pero, en el año 2005, lamentablemente falleció y desde ese momento se ha mantenido en soledad total.
Hasta donde sabemos, está recluido en un recinto inhóspito de postes de acero y vallas metálicas. Una condición que todos lamentamos porque en verdad que “se veía terriblemente triste”, según lo que señaló Dhawan.
Los expertos aseguran que, someter a los elefantes a este estilo de vida, puede conllevar a que desarrollen problemas psicológicos y un comportamiento neurótico. Por ello, la activista recomienda que sea llevado a un santuario para que se recupere de todo lo que ha sufrido desde hace tantos años y pueda tener una mejor calidad de vida.
