El nuevo papa es Robert Prevost, quien tomará el nombre de León XIV
Desde la Capilla Sixtina en el Vaticano se vio emerger humo blanco, señal de que los cardenales ya han elegido a un nuevo papa. El elegido es Robert Prevost, quien adoptará el nombre de León XIV como sumo pontífice de la Iglesia Católica. Este momento marca el fin de un proceso de deliberación entre los cardenales para definir al sucesor del papa Francisco.
La fumata blanca apareció este jueves a las 6:07 p.m. (hora local), confirmando que los 133 cardenales electores reunidos en el cónclave lograron un consenso sobre quién ocuparía el cargo más alto de la Iglesia. La decisión pone fin a un período de expectativa y oración para los fieles alrededor del mundo.
El nombre del nuevo papa fue anunciado desde el balcón de la basílica de San Pedro por el protodiácono francés Dominique Mamberti, encargado de proclamar en latín el tradicional Habemus papam. Con este anuncio, la Iglesia Católica da inicio a una nueva etapa bajo el liderazgo de León XIV.
Posteriormente, el Papa apareció en el balcón para presentarse ante el mundo y dar su primera bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo). Este momento simbólico marca el inicio de su pontificado y es seguido con expectación por fieles y medios de comunicación a nivel global.
Esta fue la tercera fumata vista desde que inició el cónclave el miércoles, observada por miles de personas congregadas en la plaza de San Pedro y sus alrededores. Los asistentes, así como aquellos que siguieron la transmisión en vivo, esperaban ansiosos el resultado de las votaciones.
Durante la tarde del miércoles y la mañana del jueves, se habían visto fumatas negras, señal de que los cardenales no habían logrado un consenso en las primeras tres rondas de votación. Este proceso refleja la meticulosidad y deliberación que caracteriza la elección papal.
Según las normas del Vaticano, el nuevo pontífice debía alcanzar al menos dos tercios de los votos para ser elegido. En este caso, se requerían un mínimo de 89 votos, considerando que había 133 cardenales con derecho a participar en la elección. Este umbral garantiza una decisión ampliamente respaldada.
¿Quién es el nuevo pontífice Robert Francis Prevost?
Robert Francis Prevost, de 69 años, originario de Chicago donde nació en 1955, marcó un hito al ser elegido este jueves como el primer papa estadounidense y el segundo del continente americano, convirtiéndose en el pontífice número 267. Su elección fue decidida por la mayoría de los cardenales en el cónclave, en reemplazo del fallecido Jorge Bergoglio. Prevost cuenta con ciudadanía peruana, adquirida tras casi dos décadas de labor en dicho país sudamericano.
Durante su formación, Prevost ingresó como novicio en un seminario menor de la Orden de San Agustín en San Luis. Posteriormente, se graduó en Matemáticas en Filadelfia y, gracias a su dominio de varios idiomas, estudió Derecho Canónico en Roma, donde también alcanzó un doctorado. Su trayectoria académica y religiosa lo preparó para este trascendental rol en la Iglesia católica.
En 1985, se incorporó a la orden agustina en Perú, donde realizó su primera misión en el país. Después de volver a Chicago en 1999, asumió el cargo de prior provincial de los agustinos en esa zona de Estados Unidos y, más tarde, fue elegido prior general de la orden a nivel global.
En 2023, fue nombrado prefecto del Dicasterio para los Obispos y elevado al cardenalato por el papa Francisco, con quien colaboró estrechamente en la selección de obispos a nivel global. Debido a su profundo conocimiento de la realidad latinoamericana, Bergoglio además lo nombró presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, destacando su conexión con las periferias de la región.
Los seguidores de este cardenal agustiniano lo propusieron como una opción moderada entre los posibles candidatos, destacando su habilidad para mediar entre las facciones progresistas y conservadoras, que han provocado fuertes divisiones y conflictos internos. Por esta razón, eligió el nombre de León IV, con la intención de continuar el legado del papa León XIII.
Según un medio especializado en temas religiosos, el cardenal podría convertirse en un “freno” ante las políticas del presidente Donald Trump, cuyas estrictas medidas migratorias, que lo llevaron a enfrentarse con el papa Francisco, domina con precisión.
Desde su ingreso a la Orden de San Agustín en 1977 y su ordenación como sacerdote en 1982, dedicó gran parte de su labor pastoral a Perú, desempeñándose como misionero, formador, profesor y vicario judicial en la diócesis de Trujillo. En 2014, el papa Francisco lo nombró administrador apostólico de Chiclayo, donde asumió como obispo al año siguiente. Además, estuvo a cargo de la diócesis del Callao y participó activamente en la Conferencia Episcopal Peruana.
No fue sino hasta 2023 que se incorporó a la curia romana, reemplazando al cardenal canadiense Marc Ouellet, quien renunció por su edad y tras ser acusado de agresión sexual. En ese mismo año, el pontífice lo nombró presidente de la comisión pontificia para Latinoamérica. Tras el fallecimiento de Francisco, Prevost afirmó que aún había “mucho por hacer” en la renovación de la Iglesia, subrayando “no podemos detenernos ni retroceder. Debemos discernir cómo el Espíritu Santo guía a la Iglesia en el presente y el futuro, porque el contexto actual es muy distinto al de hace dos décadas”. Estas declaraciones las hizo hace apenas un mes.
Primeras palabras del Papa León XIV a los fieles
En su primer mensaje desde el Balcón central de la Basílica de San Pedro, el líder supremo de la Iglesia católica destacó la paz, la fraternidad, el diálogo y el entendimiento como pilares esenciales para seguir las enseñanzas de Cristo, el Hijo de Dios. Hizo hincapié en que estos valores son fundamentales para caminar en la fe y vivir según el ejemplo divino.
Con palabras llenas de esperanza, el Pontífice recordó a los fieles el saludo de Cristo resucitado “Que la paz esté con ustedes”. Instó a llevar este mensaje de armonía a los corazones, las familias y todas las personas, subrayando que el mundo necesita la luz de Cristo como guía. Además, exhortó a la humanidad a trabajar unida, fomentando el amor y el entendimiento mutuo para construir puentes hacia Dios.
Durante su alocución, el Papa también dedicó un saludo especial en español a la Diócesis de Chiclayo en Perú, mostrando así su cercanía y afecto hacia esta comunidad de creyentes. Este gesto reflejó su compromiso de llegar a fieles de diferentes rincones del mundo con un mensaje de unidad y fe.
Regla no escrita sobre el nombre del Papa
Tras ser elegido, lo primero que debe hacer un sumo pontífice es escoger el nombre por el que será conocido, una tradición que se ha conservado casi sin cambios desde la elección del papa Juan XII en el año 955. Según ha explicado Joshua McManaway, profesor de Historia del Papado y director de programas del Instituto McGrath para la Vida Eclesiástica de Notre Dame, existen “pocas reglas” en cuanto a la selección del nombre, lo que les da libertad para “elegir el que deseen”.
A pesar de esta flexibilidad, McManaway señaló que hay una “regla no escrita” que impide que un papa elija el nombre Pedro. Según su interpretación, esto podría deberse a un acto de humildad o, quizás, a que ningún pontífice quiere ser comparado con el único papa directamente elegido por Jesucristo.
Esta costumbre refleja tanto la continuidad de la tradición como el respeto hacia la figura de Pedro, considerado el primer papa de la Iglesia católica. A lo largo de los siglos, los pontífices han optado por nombres que honran a sus predecesores o transmiten un mensaje simbólico, evitando siempre aquel que podría considerarse demasiado sagrado o insuperable.