Son muchas las investigaciones que se han desarrollado para buscar la solución de esta deformidad que se puede presentar en los recién nacidos.

El labio leporino o paladar hundido, es una afección muy común en los niños recién nacidos que consiste en una hendidura o abertura en el labio superior, en el techo de la boca o en ambas a la vez, que llega hasta la nariz.

Esta deformación se produce durante la gestación, cuando las estructuras faciales del feto no logran cerrarse por completo, haciendo que el bebé nazca con dicha abertura y que necesitará de una cirugía para cerrarla. Sin embargo, queda una pequeña cicatriz.

Para los padres, resulta agobiante y triste, que su pequeño bebé sufra de esta deformación, pues, acarrea ciertos problemas para hablar bien y sobre todo para poder alimentarse.

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Durante muchísimos años, médicos de diferentes países se han dedicado a la búsqueda de la solución de este defecto congénito hereditario, pero, para sorpresa de todos, ya se encontró. Existe un tratamiento con el que se están realizando diferentes pruebas que has resultado exitosas en Colombia.

Estos expertos en medicina del Hospital de San José en Bogotá, han realizado un gran número de cirugías en niños que sufren de paladar hundido, en base a un tratamiento que consiste en utilizar las células madres que se extraen de la sangre del cordón umbilical que, ayuda a que se puedan minimizar la cantidad de cirugías en los bebés con este trastorno.

Han notado, entonces, que, como resultado de las cirugías, han hecho crecer el hueso en la parte donde no lo había, logrando cerrar la hendidura. Los investigadores no tienen la menor duda de que: “el poder regenerativo de las células madres es impresionante”. Por esta razón, las usarán cada vez más para realizar estudios en la búsqueda de la cura de diferentes enfermedades.

Los primeros pacientes que han sido sometidos a dicha intervención quirúrgica con el cordón umbilical, han podido ver cómo crecen sus dientes de manera normal y, además, desarrollar su hueso del paladar o mandíbula. Se evita así, otras operaciones en donde se tenga que extraer huesos de otras partes de su cuerpo para injertárselos.