El Ejecutivo nacional recordó las palabras del papa Francisco, quien cuestionó las desigualdades del sistema dominante e instó a crear un mundo más humano
El presidente de la República, Nicolás Maduro, este lunes expresó su pesar por el fallecimiento del Papa Francisco, destacando su incansable lucha por la justicia, la paz y los más necesitados. El mandatario transmitió este mensaje en representación tanto del Gobierno como del pueblo venezolano mediante un comunicado difundido por la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, en su cuenta de Telegram.
En el texto, Maduro describió al pontífice como un guía espiritual revolucionario, cuya voz firme y comprometida cuestionó las injusticias del orden mundial e impulsó la construcción de una sociedad más equitativa, compasiva y unida. Asimismo, resaltó que, desde su raíz latinoamericana, Francisco promovió una Iglesia cercana a los desfavorecidos, defensora de la naturaleza y promotora del entendimiento entre diferentes creencias y tradiciones.
Además, el mandatario nacional afirmó que el legado del papa quedará marcado por su dedicación a los marginados, su audacia en la labor pastoral y su habilidad para inspirar esperanza en las naciones. “Fue un siervo de Dios que no temió confrontar a los poderosos con las enseñanzas del Evangelio”, subrayó.
Maduro también recordó el vínculo especial entre el pontífice y Venezuela, calificándolo como un aliado genuino que impulsó con fervor la canonización del Dr. José Gregorio Hernández, figura emblemática de la fe venezolana y símbolo de unión entre las adversidades y las aspiraciones del pueblo.
El mandatario concluyó el comunicado con una plegaria “Rogamos a él y a la madre Carmen Rendiles que lo acojan en el reino de los cielos”. Con estas palabras, reafirmó el profundo agradecimiento del país hacia el papa Francisco por su cercanía y su labor en favor de los más vulnerables.
Anuncio de la muerte del Papa Francisco
La mañana de este lunes, el cardenal Kevin Joseph Farrell, camarlengo de la Santa Romana Iglesia, comunicó con inmensa tristeza la partida física del papa Francisco. Destacó que su vida entera estuvo dedicada al servicio de Dios y de la Iglesia Católica, dejando un legado de entrega y devoción.
Con pesar, Farrell informó “Queridos hermanos y hermanas, es con gran dolor que debo informar el fallecimiento de nuestro Santo Padre Francisco. A las 7:35 de la mañana, el Obispo de Roma partió hacia la casa del Padre”. Sus palabras reflejaron el duelo de la comunidad católica ante esta pérdida.
El pontífice dedicó su existencia a vivir y predicar los valores del Evangelio, demostrando fidelidad, coraje y amor hacia todos, con especial atención a los más vulnerables y excluidos. Su vida fue un testimonio de compromiso con la fe y la justicia social, inspirando a millones en el mundo.
El cardenal Farrell concluyó su mensaje expresando gratitud por el ejemplo del papa Francisco como auténtico discípulo de Cristo “con profundo agradecimiento, encomendamos su alma al amor misericordioso del Dios Uno y Trino”. Estas palabras sellaron un homenaje a su vida espiritual y su labor pastoral.
Su más reciente aparición pública ocurrió ayer, durante el Domingo de Resurrección, cuando el pontífice, en silla de ruedas, se asomó al balcón de la Basílica de San Pedro para saludar a los presentes. Con voz afectuosa, les dijo “Queridos hermanos y hermanas, ¡feliz Pascua!”. No obstante, en esta ocasión, el mensaje tradicional de la festividad fue leído por un clérigo en su lugar.
Conforme al arzobispo Diego Ravelli, maestro de ceremonias apostólicas, el papa había solicitado que los ritos funerarios fueran más sencillos y se concentraran en reflejar la fe de la Iglesia en la resurrección de Cristo. “El rito renovado busca destacar que el funeral del Romano Pontífice es el de un pastor y discípulo de Cristo, no el de una figura poderosa de este mundo”, explicó Ravelli.
Jorge Mario Bergoglio, nació el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Argentina, en el seno de una familia de migrantes italianos.
Inicialmente, Bergoglio se formó como técnico químico, pero luego optó por el camino religioso, ingresando al seminario Diocesano de Villa Devoto. En 1958, inició su noviciado en la Compañía de Jesús. Continuó sus estudios en humanidades y alcanzó una licenciatura en filosofía en el Colegio de San José, en San Miguel. Luego, entre 1964 y 1966, ejerció como profesor de psicología y literatura en Santa Fe y Buenos Aires.
En 1969, Jorge Bergoglio fue ordenado sacerdote y, en 1973, realizó su profesión definitiva como miembro de la Compañía de Jesús. Ese mismo año, asumió el cargo de provincial de los Jesuitas en Argentina, posición que ejerció durante 6 años. Posteriormente, se desempeñó en roles académicos y pastorales, sirviendo como rector y párroco en la Iglesia de San Miguel. Además, cumplió funciones como director espiritual y confesor en la ciudad de Buenos Aires.
Su trayectoria eclesiástica ascendió en 1992, cuando el papa Juan Pablo II lo designó obispo titular de Auca y obispo auxiliar de Buenos Aires. Más adelante, fue nombrado vicario episcopal del barrio Flores y, más tarde, asumió como vicario general de la Arquidiócesis de Buenos Aires, consolidando su liderazgo dentro de la Iglesia argentina.
En 1998, Bergoglio alcanzó un hito importante al ser nombrado arzobispo de Buenos Aires, primado de Argentina y ordinario para los fieles de rito oriental en el país, que carecían de una jurisdicción propia. Tres años después, en 2001, Juan Pablo II lo elevó al cardenalato, otorgándole el título de San Roberto Belarmino. Además, entre 2005 y 2011, presidió por dos períodos consecutivos la Conferencia Episcopal Argentina, destacándose como una figura clave en la organización eclesial.
El 13 de marzo de 2013, tras la renuncia de Benedicto XVI, Bergoglio fue elegido sumo pontífice en el cónclave, adquiriendo el nombre de Francisco. Con su elección, se convirtió en el primer papa latinoamericano, un hecho histórico reseñado en la biografía oficial del Vaticano. Su nombramiento marcó un momento trascendental para la Iglesia Católica, reflejando su amplia experiencia pastoral y su compromiso con la fe.