La violencia, se ha apoderado de las personas, muchas que sin piedad hacen daño desmesurado a inocentes, siendo estas azotadas y llevadas a los niveles más bajos, y sin poder expresarse porque así acarrean más violencia.

 Una joven, llamada Nusrat Jahan Rafi, de 19 años de edad, murió días después que le prendieran fuego. Luego de seis meses el 24 de octubre, 16 personas fueron condenadas a muerte por este atroz crimen. Dentro de estos condenados se encuentra el director de la escuela religiosa donde estudiaba la adolescente y contra quien presentó la denuncia por acoso sexual, así como varios profesores y estudiantes del centro.

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Esta muchacha, había presentado una denuncia de acoso sexual contra el director de su centro educativo.

Cabe destacar que, ella tuvo la valentía de hablar sobre la agresión sexual recibida, la muerte la alcanzó cinco días después de ser quemada y todo lo que le aconteció causó conmoción en Bangladesh. Este caso ha puesto una alarma sobre la vulnerabilidad de las víctimas de acoso sexual en el conservador país asiático.

En Bangladesh, muchas niñas y mujeres jóvenes mantienen sus experiencias de acoso o abuso sexual oculto por temor a ser rechazadas por sus familias y por la sociedad.

En este particular, Nusrat Jahan fue diferente ella expresó lo que le había ocurrido, aparte de contarle a su familia también acudió a la policía con el apoyo de ellos, el mismo día del presunto abuso.

Es importante saber que, para una joven en su posición de víctima, denunciar un caso de acoso sexual puede tener graves consecuencias. Una de las tantas cosas a las que se tienen que enfrentar es al menudo enjuiciamiento de sus comunidades, al acoso en persona y en las redes sociales y, en algunos casos a ataques violentos como fue lo que experimentó Nusrat.

De acuerdo, a la declaración emitida por la propia Nusrat, una compañera la llevo al tejado de la escuela con el pretexto de que a uno de sus amigos le estaban dando una paliza.

En el momento que, Nusrat llego al tejado, de cuatro a cinco personas, con burkas, la rodearon y presuntamente la presionaron para que retirará la denuncia contra el director. Cuando ella se negó a hacerlo, le prendieron fuego.

Banai Kumar Majumder, jefe local de la policía, indicó que los asesinos de la joven querían que este hecho pareciera un suicidio. Días después la joven murió a causa de las quemaduras.