Al menos un soldado ha muerto y otros cinco militares peruanos se encuentran desaparecidos tras haber sido arrastrados por un río, cuando huían este domingo 5 de marzo de un grupo de manifestantes antigubernamentales en la sureña región de Puno (fronteriza con Bolivia), según informaron fuentes castrenses.
Los militares estaban siendo parte de una patrulla que se trasladaba desde la localidad de Ilave hacia Juli. En ese lugar los manifestantes quemaron este sábado una comisaría, cuando fueron interceptados por un grupo violento que les impidió el paso,detallaron desde el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.
De acuerdo al comunicado, la patrulla decidió tomar una ruta alterna y cruzar el río Ilave con el fin de evitar el enfrentamiento, pero, «debido a las dificultades, al caudal del río y al ataque con piedras y otros objetos contundentes», seis miembros de la patrulla terminaron siendo arrastrados por la corriente.
Militar peruano fallecido
El militar que resultó muerto fue identificado como el cabo Franz Canazas Cahuaya, mientras que los cinco militares desaparecidos son el cabo Elvis Pari Quizo, el cabo Carlos Quispe Montalico, el cabo Alez Quispe Serrano y los soldados Percy Castillo Pongo y Elías Lupaca Inquilla. Las autoridades militares peruanas han iniciado las labores de búsqueda del personal militar que se encuentra desaparecido.
Por otra parte, otros cinco soldados se encuentran internados en el hospital de Ilave por hipotermia, todos en condiciones estables.
En estos momentos, el Sistema de Inspectoría de las Fuerzas Armadas se encuentra realizando las investigaciones correspondientes a fin de determinar las causas exactas de estos terribles hechos.
Una comisaría y una base militar atacadas el pasado sábado
El sábado, unas 300 personas aproximadamente atacaron la comisaría de la vecina ciudad de Juli con piedras y objetos contundentes durante varias horas. Tras largo rato de constante violencia, el establecimiento policial fue incendiado con bombas tipo molotov, según lo reseñado en un comunicado conjunto de los ministerios de Defensa y del Interior.
Como resultado de este ataque, hubo 10 policías heridos, los cuales fueron evacuados en helicóptero, y también siete civiles que fueron atendidos en el hospital Rafael Ortiz Ravines.
Paralelamente a estos acontecimientos, otro grupo atacó la base militar de Juli, establecida temporalmente en un hotel, lo que provocó lesiones a al menos diez efectivos del Ejército, que presentan contusiones y cortes en cabeza y brazos.
Se mantienen los bloqueos
La región de Puno, en la que se encuentran Juli y Ilave, mantiene los bloqueos de caminos y paros de actividades desde enero pasado en que sus pobladores salieron en protestas para exigir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y una dura represión provocó la muerte de unas 18 personas en la vecina ciudad de Juliaca.
