El alguacil de Texas señaló que “Todos los disparos fueron desde el cuello hacia arriba, básicamente en la cabeza”
Aproximadamente cinco personas de origen hispano fueron asesinadas durante la noche del viernes 28 de abril en el pueblo de Cleveland, Texas, Estados Unidos. Entre las víctimas fatales se encuentra un pequeño de ocho años, producto de los disparos que les propinó un vecino con su rifle.
Uno de los integrantes de la familia de origen hondureño había reclamado minutos antes al asesino que les dejara dormir, ya que éste se encontraba disparando en el patio de su casa. Tras ser reprendido, el sujeto se dirigió hasta la casa de al lado y disparó acabando con la vida de cinco personas.
Así lo informó el alguacil del condado de San Jacinto, Greg Capers, quien explicó que el sujeto, que se dio a la fuga, ha sido identificado como Francisco Oropeza, de 38 años, el cual usó un rifle de asalto AR en el ataque.
De igual modo, explicó que en el interior del hogar había unas 10 personas, algunas de las cuales se mudaron allí a principios de semana, pero que nadie más resultó herido.
“Todos los disparos fueron desde el cuello hacia arriba, básicamente en la cabeza”, señaló Caspers a los medios de comunicación estadounidenses. Tres de las víctimas eran mujeres y uno era un hombre. Hasta los momentos, las autoridades no han revelado los nombres de los fallecidos, quienes tenían entre 8 y 40 años.
Los agentes policiales estaban usando perros rastreadores de olores y un dron en la búsqueda de Oropeza, de quien sospechan que estaba bajo los efectos de las drogas al momento de iniciar el tiroteo y luego huyó hacia una zona boscosa cercana a la escena del crimen.
Violencia desmedida en EEUU
La nación norteamericana hasta el momento ha registrado uno de los años más violentos en su historia, con un aumento exponencial en el número de personas asesinadas en tiroteos, algunos de los cuales involucraron armas de alto calibre y rifles semiautomáticos.
Los hechos que han tenido un mayor impacto en los últimos meses, ocurrieron en una escuela de Nashville, un banco de Kentucky, un salón de baile del sur de California y este último que acabamos de mencionar en un vecindario rural de Texas dentro de una casa.
Los primeros tres meses de violencia armada en Estados Unidos en lo que va de 2023, hasta el 3 de abril, registran al menos lo siguiente: 4.529 muertes por armas de fuego, 8.085 personas heridas, 135 tiroteos masivos, 197 niños asesinados, 1.258 adolescentes baleados, 268 incidentes por el uso de armas defensivas y 368 tiroteos no intencionales.
