La morsa aparece luego de 17 años flotando sobre un iceberg hacia las costas de Irlanda. Un hecho sorprendente.

Han sido casi dos décadas sin que se viera la presencia de este animal marino, lo que causó gran sorpresa en los científicos y en los vecinos locales que tuvieron el privilegio de ser testigos de su aparición.

Una de las cosas que más llamó la atención de este evento, es que, no es para nada sencillo que este animal del Ártico realice este viaje. El fenómeno no ocurría desde hace 17 años y ha vuelto a Irlanda. En las costas apareció este ejemplar de morsa, cuando en realidad se pensó que más nunca se pasearía por esas playas.

Los expertos creen que la morsa pudo viajar desde el Ártico llegando hasta las costas de Irlanda y, ha quedado registrado gracias a un hombre y su hija, que se encargaron de capturar una fotografía del momento justo cuando el mamífero descansaba sobre una gran roca.

A pesar de lo que los científicos piensan, todavía se desconocen los detalles de esta sorpresiva aparición, por lo tanto, no saben si se trata de un ejemplar macho o hembra.

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Estas dos personas, vieron al animal marino específicamente en la isla de Valencia, cuando nadie se esperaba que ocurriera ese fenómeno. Esto se debe a que se trata de una especie que es oriunda del Polo Norte, por lo que, son más de 4.000 kilómetros de separación entre Irlanda y el Ártico.

El hombre que presenció la aparición es Alan Houlihan y su peña hija de solo 5 años de edad es Muireann. Ambos caminaban por la playa Glanleam, en la isla de Kerry, al momento del evento. La niña fue quien vio primero a la morsa y le avisó a su papá, quien sacó rápidamente su móvil para fotografiarla.

Explica Alan que, “Al principio pensé que era una foca y luego vimos los colmillos. Como que saltó a las rocas. Él era enorme. Era del tamaño de un toro o una vaca, bastante similar en tamaño, es grande, grande. Estaba justo a nuestro lado, a menos de 50 metros de nosotros. Se fue de nuevo por un rato y regresó y volvió a las rocas”.

Un evento sin duda sorprendente, que nos demuestra que la naturaleza  sigue viva a pesar de todo lo que ha sufrido.