Nada puede detener a quien por amor a su vocación enfrenta todos los obstáculos, como este cirujano con parálisis que operó a su paciente en una silla especial.

Ted Rummel, es un doctor de Missouri, que sufrió una parálisis repentina en el 2010, luego de que un quiste de sangre en su columna vertebral estalló, dejándolo totalmente inmóvil, y no fue sino hasta un año después que pudo reintegrarse en sus labores médicas, tras haber ido a rehabilitación.

Ted perdió la capacidad para caminar y mantenerse de pie, pero lo superó mediante la rehabilitación a la que se sometió durante un año, de hecho, volvió a trabajar utilizando una silla de ruedas especial para él, que permite mantenerlo parado.

Con esta silla, el cirujano puede movilizarse con total normalidad por el quirófano como lo hacía antes de su accidente, se mantiene en forma diariamente, mediante una rutina de entrenamiento, lo que ha permitido que sus emociones se fortalezcan para seguir luchando, además del apoyo incondicional de su familia.

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“Cuando puedo hacer esto, y puedo recuperar una parte de mi vida, es enorme. Es tan especial”, dijo el doctor Rummel a la prensa. Todo este avance de Ted, no fue siempre una opción, pues, en el 2009, le diagnosticaron un hemangioma cavernoso, que es un tipo de saco lleno de sangre que se incrusta en la columna vertebral, por lo que los médicos le recomendaron que no se operara, pues, podría causarle una parálisis inmediata.

El quiste estuvo en su columna por 11 meses hasta el año 2010, cuando se explotó, tuvo que ser intervenido quirúrgicamente y quedó paralizado de la cintura para abajo. En ese momento, lo único que pensó es que no podría volver a operar y a hacer su trabajo como antes. Luego se dio un sacudón él mismo y reaccionó, tomó la decisión de volver al quirófano a pesar de su condición.

Y sí lo hizo, realizó su primera cirugía luego de su incidente, la cual fue vigilada por otro de los médicos, por si Rummel necesitaba de ayuda, aunque no fue así. El procedimiento fue normal, comenzó con la silla de ruedas sentada, operó a su paciente, manos, codos, pies tobillos y rodillas, aunque no pudo realizar la de los hombros, pues, para ello, tenía que estar de pie.

Pero eso no fue un impedimento, ya que con la ayuda de la silla especial, puede mantenerse de pie y realizar esas cirugías que a él tanto le gustan.