Cada gato tiene una personalidad, esto es verdad, aunque haya personas que piensen lo contrario y, como todos los animales, tienen una inteligencia que se puede demostrar en diferentes videos que se han hecho virales en internet.

La historia de esta gata es diferente, pues, ella tiene una manera muy particular de meterse a los sitios a los que le está prohibido entrar. Esta gata llamada Mía es de armas tomar, lleva casi tres años con esta familia así que se conocen lo suficiente, al realizar viajes  a Asturias en Navidad, Semana Santa y verano, la llevan con ellos. Y aquí es donde se presenta la tensión, cuando Mía es metida en el transportin, le ha dado por bufar, solo porque piensa que va al Veterinario.

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Realmente, viajar con un gato  no es tarea fácil y más cuando se llega al destino, puesto que es necesario encontrar un lugar que esté preparado para el felino y que tenga ciertas características que beneficien la estadía del gato y no ponga a correr riesgo de algún inconveniente.

Como muchos saben, hay dos cosas que a los gatos no les agrada una es que se le diga que no y la otra es que se le cierre la puerta, y Mía no queda exenta de esto. Una puerta cerrada es una puerta cerrada. Cuando los felinos ven una puerta cerrada tienden a sentir FOMO que es el miedo a estar perdiéndose algo.

En este viaje, cuando llegaron al destino Mía se encontró que la puerta de la cocina estaba cerrada, salió del transportin y enseguida puso en marcha su estrategia, aparentemente no le dio importancia que el espacio estuviese vetado, sin embargo, miraba con el rabillo del ojo, y pensaba que era cuestión de tiempo y le llegaría la oportunidad de entrar al lugar. Así fue que comenzó la pasión de Mía, que usaría cinco estrategias para intentar acceder a la cocina:

  1. Utiliza la paciencia, es decir, Mía se quedaba pegada a la puerta, y pegada literalmente de ella, apoyada en sus piernas delanteras, miraba hacia abajo y mentalmente decía: te juro que no volveré a meter las zarpas en los canelones de la abuela.
  2. Aplico el chantaje emocional, en este punto Mía es una experta, a la hora de la comida la felina comenzaba a maullar con pena. y aunque nadie la oía, la muy astuta colocaba la misma cara del gato de Sherk.
  3. La de “por si se cuela”, después de varios días de intentarlo y no poder conseguir nada, ella cambia la estrategia. Ella caminaba a la puerta con naturalidad, solo esperando una pequeña posibilidad de entrada pero luego que se abriera la puerta la cargaron y no lo dejaron entrar.
  4. Estudiar las debilidades del adversario, en este punto la cosa comenzaba a ponerse brava y de la espera pasiva paso a la acción, y comenzó intentar entrar al espacio justo cuando el que salía llevaba algo en la manos, de modo que no pudiera detenerlo si emprendía una carrera.
  5. Por las malas, y esto fue lo que sucedió el último día Mía se desplazo y en carrera logró entrar a la cocina logro su cometido en seis zancadas. Cuando fui a buscarla se había metido debajo de la mesa, tenía cara de decepción, aquello que observó no era tan divertido como lo había imaginado. Ella maulló quejándose, com o si estuviera diciendo “¿Y para esto me cierras la puerta?”