A esta hermosa perrita, la rescataron de las peleas de perros y, aunque perdió un ojo y la mitad de la cara todavía es feliz.

Haddie es el nombre de esta perrita que en su momento, fue utilizada como carnada para el entrenamiento de perros de pelea en México. Todo esto, ocasionó daños y lesiones terribles en ella, sobre todo en su cabeza.

Pero, a pesar de ello, no deja de sonreír y con ella, logró robarle el corazón a una mujer de Los Ángeles, Estados Unidos, quien la adoptó, brindándole un hogar y mucho amor.

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Ella no es igual a los demás canes, no tiene un pelaje esponjoso, no es “de raza” y no es popular como los que están en las redes sociales. El motivo es porque le falta la mitad de la cara y un ojo.

Sin embargo, su entusiasmo es demasiado, pues, con 2 o 3 años que debe tener, ha tenido experiencias bastante traumáticas. La organización Mutt Scouts, fue la encargada en rescatarla, ya que antes era usada como animal de carnada para los entrenamientos a los perros de pelea en México.

Constantemente era usada para este tipo de maltrato, lo cual ocasionó horribles heridas en su rostro, perdiendo la mitad de él y gran parte de la piel de su hocico. Los médicos veterinarios que la atendieron, tuvieron que verse en la obligación de quitarle su ojo derecho.

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Luego de ello, Haddie pasó varias semanas en cuidados intensivos, para que fuera recuperándose poco a poco de todas las intervenciones a las que fue sometida. Cualquier otro animal en su lugar, hasta pudo haberse deprimido, pero ella no, mantiene alegría y entusiasmo.

Una vez que se pudo recuperar del todo, corre y juega como si nada con sus juguetes en su nueva casa y con su dueña, Erin Williams, la mujer de 35 años que la adoptó en Los Ángeles, EE.UU.

¿Qué cómo Erin dio con la perrita? Pues, fue por pura casualidad y, la mujer cuenta que enseguida fue un vínculo que las unió de una manera increíble, pues, justamente, la joven había perdido a su anterior perrita Elly, en mayo del pasado año 2020, a causa de un agresivo cáncer cerebral.

Decidió que esperaría unos meses para poder tener otra mascota y, como anillo al dedo, apareció en su vida la pequeña Haddie, a quien le da todo su amor. Luego de haber sobrevivido a tanto abuso y dolor, tiene un hogar y felicidad.