El sumo pontífice hizo este gesto de humildad que tuvo Jesús con sus apóstoles antes de ser arrestado y crucificado
El Papa Francisco lavó y besó los pies de al menos doce jóvenes presos en una cárcel de menores en Roma, cumpliendo con los ritos propios del Jueves Santo, según reseñaron medios internacionales.
De acuerdo a la tradición cristiana, el sumo pontífice representó este gesto de humildad que en su momento tuvo Cristo con sus apóstoles antes de ser arrestado, condenado a muerte y crucificado un día viernes en Jerusalén.
Francisco, con 86 años de edad, y que fue hospitalizado hace una semana como consecuencia de una fuerte bronquitis desatando preocupación entre los católicos, se dirigió este jueves por la tarde a la prisión de Casal del Marmo, ubicada al norte de la capital italiana, donde ya había realizado ese rito en 2013, tras su elección al trono de Pedro.
El sumo pontífice se presentó muy sonriente, ayudado de un bastón y se paró frente a cada uno de los 12 jóvenes detenidos (entre ellos dos chicas) para luego lavarles los pies y para mayor sorpresa se agachó para besarlos.
Algunos de ellos quisieron devolverle el gesto dándole un beso en la mano, mientras que otros intercambiaron algunas palabras con él.
Entre los jóvenes presentes, se encontraba un musulmán, además de algunos católicos de varias partes del mundo, según señalaron desde el Vaticano, que transmitió la ceremonia por primera vez en directo.
En esta acción participaron unos nueve presos italianos, uno de Brasil, uno de Costa de Marfil y otro de Marruecos. La cárcel de Velletri es un centro de seguridad media que actualmente alberga 557 personas aproximadamente, y en la cual, el 60% de la población carcelaria es extranjera.
Desde que inició su pontificado en 2013, Francisco decidió llevar esta celebración fuera del Vaticano.
Más temprano, el sumo pontífice presidió en la Basílica de San Pedro la tradicional misa crismal, en la cual se realiza la bendición del aceite santo que servirá para otros sacramentos durante el resto del año.
El domingo, día que con ocasión de Pascua, que conmemora la resurrección de Cristo según el relato de los Evangelios, piensa impartir la bendición “Urbi et Orbi”, a la ciudad y al mundo, y leerá el tradicional mensaje sobre los problemas del mundo.
