Hacia la década de los 70, en los 80 y después en los 2000, esta especie fue considerada como extinta.
A pesar de que esto ocurrió en esas décadas, el hurón no está extinto del todo, pues, en la actualidad, hay un aproximado de 400 especímenes. A medida que va pasando el tiempo, podemos darnos cuenta que la humanidad no solo se destaca por ser la especie más inteligente de la Tierra, pero la usa, ni es capaz de aprovecharla para cuidar el entorno que le rodea.
Es usada entonces, para satisfacer las ambiciones individuales sin pensar en los daños que ocasionan. Pero, por fortuna, sí existen todavía quienes se preocupan por ello, dedicándose a cuidar y a ayudar al medioambiente y a las criaturas que habitan en él.
Los hurones de patas negras, son una de esas especies que han resultado afortunadas de conocer a este tipo de personas. Esta es una de las especies más amenazadas del continente americano, según lo que pudo determinar el Centro de Conservación de Phoenix en Arizona.
Es precisamente en este lugar, en el cual nació una camada de 27 nuevas crías de hurones patas negras, logrando así alejar un poco más a la especie del peligro de extinción.
En dos décadas, se puede decir que es la camada más numerosa de todas, según lo que informaron desde el centro, lo cual representa un aumento de su población de un aproximado de 8%.
Gracias a este nacimiento, el Fondo Mundial para la Naturaleza, asegura que, hoy en día, existen unos 310 hurones de patas negras en todo el mundo. Por ello, desde ese centro ahora celebran su vida y les dan los cuidados necesarios para garantizar su crecimiento y su buen estado de salud.
Allí, los mantienen en cajas que han sido diseñadas especialmente para ellos, están separados en grupos de seis y con atención las 24 horas. Algo que ha influenciado en la extinción de este espécimen, es justamente la pérdida de los pastizales, que es el hábitat natural de ellos.
Han sido destruidos casi todos, lo cual hace que los hurones huyan y dejen de reproducirse. Por otro lado, su principal alimentación son los perritos de la pradera, especie que también ha ido disminuyéndose, por lo que no encuentran cómo alimentarse.
Ahora con este nacimiento no se pierde la esperanza de que continúen entre nosotros.