“Es raro, pero soy feliz así”, exclamó Anastasia Pokreschuk, la mujer con las mejillas más grandes del mundo gracias al bótox.
Anastasia Pokreschuk, es una mujer que se define a sí misma como un monstruo hermoso y que, por ello, no piensa detenerse. Su rostro, parece no tener límites para continuar su transformación, tiene rellenos en los labios, barbilla, mandíbula y mejillas.
Algunos especialistas en salud mental, aseguran que algunas personas, podrían volverse adictas a las operaciones estéticas. Esto sin importar el dolor y el tiempo de reposo que deben pasar luego de ello.
Así es el caso de Anastasia Pokreschuk, una joven de 32 años de edad que ha ido modificando su rostro desde un buen tiempo. Pero, no solo es su cara, también ha ido sometiendo su cuerpo a este tipo de cirugías de belleza.
El problema consiste, en que, a pesar de los cambios notables en su rostro, para ella no es suficiente y sigue operándose sin detenerse. Fue durante una entrevista que dio al programa This Morning de ITV, pudo contar un poco acerca de su vida y cómo ha cambiado luego de aplicar tanto relleno en su rostro.
Confesó la mujer que, “No me gustaba mi cara (antes de la cirugía), me veo como un hámster porque mis mejillas estaban aquí y las quería más arriba”. Fue así como llegó al bótox, rellenando todas las partes médicamente permitidas en su cara.
Afirma la mujer que ya no le queda casi espacio libre en su rostro, “Tengo bótox, rellenos en las mejillas, rellenos en los labios, rellenos en los ángulos de la mandíbula y en la barbilla también”.
Aprovechó la entrevista que, nunca dejará de aplicar bótox en su cara, que no es suficiente con lo que ha hecho, pues, como ya es de saber, este tratamiento solo dura unos meses y que es capaz de aguantar todo el dolor que le ocasione. Anastasia reconoce que es algo muy raro, pero dice que no le importa la opinión de los demás, ya que se siente bien con ella misma y muy feliz con su apariencia.
“Entiendo que esto es extraordinario, pero estoy feliz con este look”, expresó la joven a los presentadores Eamonn Holmes y Ruth Langsford, a quienes dejó muy sorprendidos.