Un adolescente sirio de 16 años de edad fue detenido en Alemania como el principal sospechoso de planear un atentado con explosivos contra la sinagoga de la localidad germano occidental de Hagen, en el estado federado de Renania del Norte-Westaflia.
Cabe destacar que, junto al joven fueron detenidas otras tres personas, información otorgada por el ministro de Interior de dicha región, el cristiano demócrata Herbert Reul. Luego de que las fuerzas de seguridad alemanas fueran alertadas por los servicios secretos de un atentado inminente, lo que movilizo a decenas de policías, así como a unidades especiales, se desplegaron anoche un gran dispositivo para proteger la sinagoga.
Vale la pena resalta que este miércoles se celebró el Yom Kipur, la fiesta religiosa más importante del calendario judío. Estaba latente el peligro de un atentado contra la sinagoga de Hagen, afirmó Reul a la hora de explicar el dispositivo y la operaciones para detener a los cuatros sospechoso.
Por tal acontecimiento la comunidad judía ante tal alarma suspendió las celebraciones previstas en el templo para la pasada noche tras ser alertada a tiempo.
Información de fuentes extranjeras
Fue de mano de los servicios extranjeros que fueron alertadas las autoridades alemanas sobre la inminencia del posible atentado islamista y comunicaron la identidad del sospechoso.
Por los datos suministrados a las autoridades se conoce que al parecer el joven, residente en Hagen, anuncio en un chat su intención de atentar contra el templo hebreo.
Este caso que afortunadamente fue interceptado y no se llevó a cabo, recuerda al atentado terrorista cometido hace dos años el día el Yom Kipur contra la sinagoga de la ciudad germano oriental de Halle ander Saale, donde dos personas murieron por los disparos de un terrorista neonazi que trató de asaltar el templo.
Las fuerzas de seguridad alemanas tomaron esta alerta con tanta seriedad en Hagen lo que dio testimonio al aparatoso despliegue policial en la noche de este miércoles a jueves.
Precaución extrema
La mayoría de los fieles fueron alertados por teléfono y evitaron acercarse a la sinagoga. Aquellos que no fueron localizados fueron informados por la policía que protegía el edificio y fueron enviados de vuelta a casa. Asimismo, los rastreadores de explosivos registraron la sinagoga sin hallar nada sospechoso.