El comandante del Cuerpo de Bomberos del Distrito Capital, general Pablo Palacios, advirtió que la penalización puede ir de 2 meses a 2 años de cárcel
Entre 3 meses a 2 años de prisión será la penalización que recibirán todos aquellos que efectúen la venta de fuegos artificiales o pirotécnicos a niños o menores de edad, así lo informó el comandante del Cuerpo de Bomberos de Caracas, general Pablo Palacios.
El jefe de los bomberos advirtió en los últimos días los peligros que representa el uso de los acostumbrados juegos pirotécnicos y exhortó a la ciudadanía a tomar precauciones durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo, días en las que se eleva el uso de estos artefactos explosivos.
Entre las medidas de prevención informadas por el general Palacios, se encuentra la de hacer uso de estos artilugios en espacios abiertos; “lejos de casas, vehículos, materiales inflamables y en un área completamente segura”.
Destacó que durante las últimas tres navidades, por suerte, no se reportaron incidentes graves por la utilización de los fuegos artificiales en la ciudad de Caracas.
También, el jefe del cuerpo bomberil reiteró que la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (Lopnna) en el artículo 92 decreta la prohibición de vender o proporcionar fuegos pirotécnicos a niños, niñas y adolescentes.
Entre tanto, el artículo 262 de la misma normativa indica que vender o proporcionar este tipo de dispositivos a niños, niñas y adolescentes representa un delito.
Las autoridades competentes hacen un especial llamado a los padres, familiares y representantes para que se mantengan alertas en cuanto al uso de estos artilugios explosivos por parte de sus hijos.
Exhortan a que les hablen acerca de los riesgos que implica la manipulación de los fuegos artificiales, puesto que su uso inadecuado puede provocar graves heridas, principalmente en las manos.
Fuegos artificiales son una amenaza que se impulsa con la irresponsabilidad
La Navidad, una fecha de alegría, unión y celebración familiar, cada año se ve opacada por una cuestión que pone en peligro la integridad física de cientos de personas, en especial a los niños: la utilización indiscriminada de los fuegos artificiales. Si bien el uso de la pirotecnia se ha adoptado como una tradición en muchas culturas, sus repercusiones negativas, tanto a corto como a largo plazo, son cada vez más notorias.
En Caracas, es innegable el atractivo de los fuegos artificiales y los cohetes para los niños. Las luces, el sonido y la sensación de estos artilugios producen emociones únicas. No obstante, son “juguetes altamente peligrosos”.
Detrás de este atractivo se oculta un riesgo latente con las quemaduras, las lesiones oculares, las amputaciones y, en casos extremos, la muerte.
Estas cuestiones, aparte de los incendios, son algunas de las consecuencias que podrían derivarse de hacer un mal uso de estos dispositivos explosivos.
En este sentido, el médico pediatra Hugo Rosas explica “La piel de los niños es más delicada y susceptible a las quemaduras. Un simple contacto con un dispositivo encendido puede causar lesiones graves que necesitan atención médica especializada”.
También está el sentido auditivo de los menores que, según Rosas, “está en desarrollo, por lo que la exposición de ruidos fuertes y repentinos puede provocar daños irreversibles”.
Fobias y trastornos
Los fuegos pirotécnicos además pueden generar partículas incandescentes que pueden provocar incendios, poniendo en peligro no solo a aquellos que los usan sino también a sus familias y vecinos.
A parte de las lesiones físicas, la manipulación de los fuegos artificiales también tiene un impacto psicológico en los pequeños. La exposición de ruidos fuertes y luces destellantes puede causar miedo, estrés y ansiedad. En algunos casos, los infantes pueden llegar a desarrollar fobias o trastornos de estrés postraumático.
Cabe resaltar, que la responsabilidad de prevenir incidentes con fuegos artificiales recae en las personas adultas. “Los padres, familiares y maestros deben instruir a los niños acerca de los riesgos relacionados a la manipulación de estos artilugios y establecer normas claras y precisas. También, las autoridades competentes deben adoptar medidas para regular la venta y la utilización de los fuegos artificiales, estableciendo sanciones para aquellos que incumplan las normas”, aseguran padres de una conocida escuela de Caracas.
Esto mismo aplica para las mascotas. Los perros y gatos tienen un rango auditivo mucho más extenso que los seres humanos, lo que los hace más sensibles a los ruidos agudos y explosivos de los fuegos artificiales.