El presidente de la república, dejó a un lado casi todas las propuestas del sector privado, para enfrentar una coyuntura económica derivada del impacto de la pandemia COVID-19.
El presidente Maduro tiene un plan económico para enfrentar la pandemia, donde el gobierno no asume el requerimiento de posponer la vigencia de las nuevas normas tributarias, que elevan la presión sobre las empresas, decuplican los costos por penalización, de cara a un contexto de dolarización de la economía, penalizan severamente un consumo interno ya por supuesto deprimido, publica, banca y negocios.
Por su parte, maduro, apuesta en buena medida, por lo ya conocido, ratificando la inamovilidad laboral hasta el 31 de diciembre, siendo esta una formalidad que no era necesaria por cuanto ya existe una disposición de este tipo vigente. Lo que avala esta ratificación, es que por este tiempo, se vigilará estrictamente su cumplimiento y se eliminaran los procesos de reestructuración de nominas acordados con la mediación del Ministerio del Trabajo.
Decisiones importantes por tomar
En primera instancia, tenernos una moratouria de seis meses para la cartera de créditos comerciales, que según estadísticas de la Superintendencia de Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) representa 50,44% de los préstamos totales del cierre de 2019.
Los expertos en el área sostienen que sin liberación de encaje legal bancario y/o contabilización de los principales gastos, por ese periodo, de una forma diferente, esta decisión dejará al sistema financiero sin capacidad de obtener suficiente caja para sostener sanamente sus operaciones e impactará de forma muy negativa la rentabilidad del sistema.
Por su parte, la banca se ha reducido 95% en seis años y sus ganancias e han venido a piche, lo que marca una tendencia insostenible del deterioro de la calidad del negocio. Asimismo, los niveles de intermediación crediticia se han posicionado por debajo de 15%, lo que ha obligado a la banca a vivir de los servicios y las comisiones más que se su actividad medular, que es financiar al resto de la economía y al consumo.
Economía de subsistencia
Son obvias las razones que hacen evidente las condiciones precarias en las que se encuentra el gobierno de Maduro, a tal punto que tuvo la osadía de acudir al odiado “FMI Fondo Monetario Internacional”, aparentemente ya en dos ocasiones para obtener recursos de emergencia, no era sorpresa la constitución de un fondo de ayuda para las empresas, similares a los que se están constituyendo en otros países como estados Unidos, Alemania, Francia entre otros.
El pago de nominas mediante la Plataforma Patria, que tiene estimado llegar a todas las empresas tanto privadas pequeñas como medianas, esto sin duda requiere una expansión de liquidez monetaria, debido a que el gobierno tiene financiamiento privado y, mientras haya mayor escasez de bienes, se podría despertar otra vez el monstruo de la hiperinflación.
De igual modo, habrá igual presión sobre la liquidez y ejercerá la masificación de los bonos “protectores” los que equivalen a menos de US5 por beneficiario.
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