La joven ucraniana se sintió inconforme con su rostro por lo que cambió su apariencia al inyectarse relleno ella misma, pero asegura estar “feliz con sus mejillas”.
No se arrepiente y dice estar feliz, pero, inyectarse un relleno en las mejillas ella misma podría ser el peor error de su vida, ocasionándole serios daños que, tal vez, no pueda reparar.
En un mundo que busca la “belleza perfecta”, nos topamos con personas que no tienen seguridad de sí mismas y por ello, deciden escudarse tras tratamientos embellecedores que más bien podrían terminar siendo un verdadero desastre.
Actualmente, existen miles de tratamientos que podrían mejorar el aspecto físico o que, lo podría empeorar, pero, asimismo, hay personas que exageran y abusan de ellos. Un vivo ejemplo es el de Anastasia Pokreshchuk, una joven ucraniana de 31 años de edad, quien estuvo presente en un programa de televisión, contando su anécdota sobre cómo fue todo el proceso de transformación al que se sometió para lograr su cambio radical.
Ha gastado alrededor de 1.500 dólares en rellenos, algo que no asombra para nada porque no es la única que lo ha hecho, lo que realmente asombra es que, confesó que fue ella misma quien se los inyectó, asegurando que es igual a un cirujano.
La chica explica que: “Me encanta este look, ya sabes. Antes era como un ratón gris. Mi nariz era demasiado grande y ahora que tengo labios grandes y mejillas grandes, se ve bien”.
Dice también que ahora se siente mucho mejor y que tiene más atención de parte de las personas, ella es su propia cirujana y dice que no necesita visitar a ningún médico. Todo lo ha aprendido desde su casa mediante unas clases online.
A pesar de todo eso, de que tenga todos los materiales esterilizados y que no tenga miedo de administrárselos ella misma, el cirujano Alex Karidis advierte sobre los posibles riesgos que tiene si lo hace ella misma en su casa, explicando que: “Hay una razón por la cual los rellenos inyectables son administrados por médicos experimentados. El hecho de que algo no sea quirúrgico no significa que no sea médico” dijo el especialista. “Se necesita de mucha habilidad y conocimientos para hacer un procedimiento como ese; siempre debe asegurarse de estar en un entorno donde esto se pueda hacer de manera segura, no en una cocina o baño, donde, por lo general podría contaminarse el material”.
Es una verdadera locura, la gente no piensa y no tiene ni idea del mal y el daño que se hace a sí mismas al exagerar con estos métodos.
Hay que tener cuidado.