Dos parejas de ancianos se enamoraron en el asilo donde ahora están viviendo y decidieron lanzarse al agua.
El amor, no tiene límites ni edad, eso ya está más que comprobado y un ejemplo de ello son estos hermosos viejitos. El matrimonio se celebró en el mismo lugar donde residen, en Brasil, y fue con todas las medidas de bioseguridad, con el fin de evitar los contagios. Ellos quisieron celebrar su amor en grande y como Dios manda y así fue.
La boda fue el miércoles 24 de febrero en Contagem, Belo Horizonte, Brasil, en donde Antônia Moura Almeida de 81 años contrajo matrimonio con Geraldo Bercia de 69 años. También los acompañó el mismo día, hora y lugar, Neide Antônia Samos de 68 años, quien se hizo esposa de Rodrigo Antônio Bethonico de 84 años.
Las invitaciones del matrimonio eran realmente hermosas y estaban acompañadas de corto pero real mensaje: “El amor es fundamental, es imposible ser feliz solo”. Según los medios locales brasileros, la ceremonia nupcial fue todo un éxito, hubo bocadillos, pasapalos, dulces y un pastel con novios.
Todos ellos han vivido por varios años en el asilo Lar María Clara y desde que empezó la pandemia, han tenido que estar más alejados de sus familiares. Por ello, se han refugiado en cada uno, ahora están más acompañados.
Ya casi un año ha pasado, y desde ese entonces no han recibido visitas de sus familiares ni de sus amigos. Cada una de las personas que laboran y viven allí, ya recibieron la vacuna. Son unos 60 adultos mayores, 27 mujeres y 33 hombres, más los trabajadores.
Fue por eso, que los familiares de Antônia, Geraldo, Neide y Rodrigo quienes los acompañaron hasta el altar. Con respecto a la historia de Antônia y Geraldo, contaron que ella ha estado viviendo allí por 26 años y él solamente 4 años y nunca se había casado.
Con respecto a Neide, ya había pasado por un divorcio y tiene 5 años viviendo en el asilo, mientras que Rodrigo tiene tres hijos y lleva 15 años en esa residencia. Geraldo cuenta que siempre había querido tener pareja y que cada vez que uno de los trabajadores salía le decía: “Tráeme una novia”. Hasta que un día tomó el valor y se acercó a Antonia. Fue como iniciaron su romance.
No hay que perder las esperanzas, en cualquier momento encontramos el amor.