El pequeño Gabriel sueña con ser sacerdote, pese a que el diagnóstico de los médicos no le asegura una larga vida.

Gabriel da Silveira tiene solamente 4 años y pasa todos sus días de confinamiento jugando a celebrar la Santa Misa. El niño sueña con ser sacerdote, mientras otros niños a su edad juegan a ser astronauta, futbolista, bombero, cantante, etc.

Nació en Brasil, con hidrocefalia en tres ventrículos de su cerebro, sumado a esto, el parto fue dificultoso. De hecho, el niño se quedó varios minutos sin oxígeno, lo último que dejó secuelas, no lucía bien.

Este mal, se da cuando se forma un aumento anormal de la cantidad de líquido cefalorraquídeo en las cavidades del cerebro. Los recién nacidos con hidrocefalia tienen muy pocas esperanzas de vida. Comienzan a sentir constantemente dolores de cabeza y se reducen sus capacidades cognitivas durante su desarrollo.

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Antes de que Gabriel naciera, ya los médicos habían detectado que el tamaño de su cabeza no era normal. Le indicaron a su madre que las esperanzas de vida de su hijo eran pocas, pero, aun así, ella decidió continuar con su embarazo.

Comenta su madre que “Los doctores me dijeron que Gabriel estaría en estado vegetativo si sobrevivía después del parto. Aun así, todo sería de acuerdo con la voluntad de Dios y yo no iba a condenar a mi hijo a morir incluso antes de que naciera”.

Fue así como sus padres lo llevaron cada mes a los controles médicos, quienes se dieron cuenta que Gabriel se había desarrollado bien. Incluso, aprendió a caminar y a hablar a los once meses.

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Los padres del niño son fieles católicos, y desde muy pequeño comenzaron a llevarlo a misa siempre. Al cumplir los dos años, lo vieron jugando a que daba la misa con una Biblia en la mano.

A medida que crecía continuaba con sus juegos católicos y sus ritos cada vez se hacían más perfectos. Ahora se viste como un sacerdote, instalando una mesa con mantel blanco, en la que coloca velas y los instrumentos eclesiásticos propios de la eucaristía.

Él solo fue quien creó su fanatismo, y sus padres al verlo soñar con ser sacerdote, lo ayudaron haciéndole sus trajes. Para esas fechas importantes como Semana Santa, ofrece una ceremonia especial para sus padres con cantos incluidos. Su madre lo llama “el pequeño milagro”.