Crystal empezó a presentar crecimiento de vello púbico en el rostro, luego de que usaran piel de su ingle como injerto.
La Crystal Coombs, es oriunda de los Estados Unidos, quien fue atacada por un perro cuando tenía nueve años de edad. Las mordidas del animal le dejaron cicatrices en su rostro, pues, el perro le quitó un trozo de piel en su pómulo derecho.
Esta situación la marcó de por vida, pues, lucía un rostro espantoso, “al mejor estilo de Freddie Krueger”. Pasado un tiempo, visitó a un cirujano plástico que pudiera ayudarla a arreglar la cicatriz, a lo que, el profesional, le recomendó que se usara un injerto de piel que sacaría de su ingle, para no tener que tomar piel de otros lugares más expuestos.
Ella aceptó y se sometió a dicho procedimiento y le dio muy buenos resultados. Al principio se veía muy bien, pero, al pasar un tiempo, le empezaron a crecer pelos en la cara.
Aunque, en realidad no eran pelos faciales, eran vellos púbicos, ya que, a Crystal le injertaron piel de esa zona en su cara. La mujer comenta que, “No recuerdo que el doctor mencionara que me crecerían vellos púbicos en el injerto”. Desde entonces, ha vivido una pesadilla, escondiéndose.
Ahora bien, tuvo la oportunidad de visitar a los dos cirujanos plásticos más famosos y expertos, en el popular programa de televisión Botched, del canal E!. Allí iría en busca de algunas opciones, por lo que, los médicos escucharon su historia, preguntándose, por qué de todos los lugares del cuerpo donde no hay crecimiento de vellos, ese médico tomaría justamente el de la ingle.
El Dr. Terry Dubrow, comentó en el programa, “Se podría haber usado la espalda, el abdomen. Obviamente las axilas no”. El problema consiste, según los cirujanos, en que, es muy peligroso que se opere esa zona, ya que, el injerto está muy bien hecho, y si hay alguna alteración, se podría generar un problema mucho peor.
Concluyó el Dr. Dubrow del programa Botched que, “El caso de Crystal es demasiado complicado, lamentablemente. El injerto está muy cerca de algunas estructuras anatómicas claves como la nariz, las mejillas y el ojo, y si se alteran incluso un poco pueden cambiar toda la forma de la cara, y verse muy deformes”.
Así que, no pudo ser operada y la mujer tendrá que acostumbrarse a usar más seguido la afeitadora.