Birmania amaneció hoy con el general Min Aung Hlaing a cargo de todos los poderes legislativo, ejecutivo y judicial. La dirigente del país Aung San Suu Kyi, está detenida.
El país amaneció con una estampa militar parecida a la de hace medio siglo: soldados y tanques patrullando por todas las ciudades del país. Las líneas telefónicas y el acceso a internet los cortaron, así como la señal de la televisión estatal. La nación está pasando por un estado de emergencia desde hace un año y se prevé que pronto se harán las elecciones “pluralistas, libres e igualitarias” cuando se acabe este periodo. El ejército ha tomado el poder de los principales líderes políticos que gobiernan desde el año 2015, una de ella es la popular consejera de Estado, Aung San Suu Kyi y el presidente Win Myint, están tras las rejas.
Es difícil que un país abrace la democracia completa, con las grietas que trae a cuesta de su antigua dictadura militar, amparados por una joven Constitución, poseen una cuarta parte de todos los escaños del Parlamento y, por decreto, al Ejército le corresponde el control de los ministerios de Defensa, Interior y Asuntos Fronterizos.
Luego de estar tantos años bajo el yugo de una junta militar, exactamente desde 1962 hasta 2010, Birmania intentó ser una democracia, o por lo menos algo que llegará a parecerlo.
El primer problema, llegó cuando los revolucionarios, una vez en el poder, continúan con la represión y la censura en un sistema débil, cuya Constitución de 2008 otorga a los militares la capacidad de declarar el estado de emergencia y de asumir el poder estatal.
Por su parte, la reputación internacional de Suu Kyi (75 años), líder de la Liga Nacional para la Democracia (LND), el partido gobernante, se desplomó ante su silencio por la reprensión contra los rohingyas que escandalizó al mundo entero. Esta importante figura tomó como “simples problemas” lo que para la ONU es una “limpieza étnica” que dejo casi un millón de refugiados hace cuatro años. Suu Kyi hasta apoyo a los militares cuando fueron acusados de cometer genocidio en 2017.
En Birmania, desde hace un tiempo ya se veían tanques circulando por las calles de Rangún, que es la ciudad más grande del país. Se empezó a hablar de un posible golpe militar, hasta que llegó el día y todo está en manos de la milicia, y a esperas de que sucederá los próximos días en este país.
