El calor inusual que ha experimentado el norte de Rusia, es lo que ha provocado que durante el mes de octubre el ártico de Siberia no se haya congelado.
Durante el mes de octubre de cada año, comenzaba a formarse grandes capas de hielo que invadían cada zona del ártico de Siberia, pero, este año parece que no sucederá. Todo está completamente descongelado y, los expertos explican que se debe a un calor imperante y poco común al norte de Rusia.
La zona congelada de Rusia es conocida como el mar de Laptev, o como otros le dicen “la fábrica de hielo”, pero, ahora parece que ya nada será lo mismo. Por primera vez en la historia de sus registros, no ha formado ni un cubito de hielo. Se trata de una situación muy preocupante, que muestra que sin duda es muy grave, los cambios climáticos están afectando al planeta completo.
Pero ¿cuáles son las razones por las que esto está pasando? Un medio informativo conocido como The Guardian, pudo explicar un poco esta problemática y buscó todas las respuestas a ello. Una de las posibles causas es la que mencionamos anteriormente, el calor que se está presentando al norte de Rusia, sin embargo, los científicos difieren de esta hipótesis, echando toda la culpa al movimiento de las aguas en el Océano Atlántico.
Teorías van y teorías vienen, pero lo que sí es cierto, es que, las temperaturas en esa zona cada vez van en aumento, ya llegó a más de 5°C aproximadamente. Los expertos ambientalistas han comentado que hace poco se presentó una preocupante ola de calor que nunca antes había sido registrada y que pronosticaba que esto iba a suceder.
De hecho, en el invierno pasado, hubo una disminución prematura del hielo marino, por lo que, científicos expertos de la Universidad Estatal de Colorado, aseguran que es una situación completamente anormal, que, sin duda, ha marcado a la región de Siberia.
Uno de los investigadores, pudo dar su opinión acerca de la terrible situación en el ártico de Siberia, diciendo que el año 2020 es coherente con el Ártico tan cambiante. “No hay reducción sistemática de gases del denominado efecto invernadero, y crecen las posibilidades que tengamos nuestro primer verano sin hielo a mediados del siglo XXI”.
