Un gran número de colombianos desafían la cuarentena para salir cada noche a ver una “aparición” del Jesús crucificado.
Este hecho ha ocurrido en la ciudad de Magangue, Colombia, donde se ha registrado una congregación de creyentes alrededor de un árbol de Ceiba, donde aseguran haber visto a Jesucristo.
Aunque las autoridades hacen su mayor esfuerzo por lograr que los ciudadanos regresen a su aislamiento, los devotos no hacen caso, y se quedan observando la imagen que aparece en el árbol.
Sobre todo en estos tiempos de grandes crisis, en la que, el coronavirus ha dejado una huella que afecto a la mayoría de los países del mundo desde finales del año 2019.
Son muchas las personas que han muerto por estos contagios y muchas las familias que han sufrido por esas pérdidas. A pesar de que ya en China levantaron la cuarentena y aparentemente ya pasaron el peligro, en otros países esto no es así.
Cada día aumentan las cifras de casos de contagiados y de muertes por esta infección, por lo que también, incrementa la desesperación de la gente por esta incertidumbre.
Todo esto, ha provocado que muchas personas busquen cualquier cantidad de tratamientos y seguridad para ellos y sus familiares. Un ejemplo muy alocado de todo esto, es que, se supo que recientemente, algunas personas se reunieron en un lugar específico para tomar orina de vaca, porque, según ellos, esto evita el contagio de la enfermedad.
En este caso, son los habitantes de esta localidad colombiana quienes buscan un refugio y esperanza en un árbol de ceiba en el que aseguran que aparece el hijo de Dios cada noche. Allí, le piden en oraciones y rezos que los ayuden a sobrellevar esta situación y los llenen de Fe.
En realidad, todo esto es una ilusión visual que aparece gracias a una combinación de luces y sombras, en juego con la forma que tiene el árbol.
Por su parte, un comandante local dijo: “Se puede ver claramente, y todos rezan y piden que la Tierra se cure de este mal y que Magangue esté protegida”. Y un periodista comentaba que: “La figura apareció el domingo pasado por la noche y la gente se apresuró allí con velas y transformó el lugar en un sitio de peregrinación, que concierne a los vecinos ya que mucha gente va allí”.