La crisis por la que atraviesa Venezuela en la actualidad, ha generado que la inflación se constituya el peor enemigo de la adquisición de los productos básicos, enseres, artículos personales y limpieza, entre otros. Por lo que se ha generado un gran impacto en cada familia venezolana.
Sin embargo, recientemente se han mantenido algunos productos con precios fijos por varias semanas, lo que da un poco de desahogo, lo ideal es que se puedan mantener por tiempo prolongado los mismos precios.
Sin embargo, para el mes de junio la inflación tuvo una desaceleración colocándose en 24,8%, estas estadísticas son reflejadas según la medición de la AN, manejada por la oposición, quien estimo la variación interanual en 445.482%.
Por su parte, se conoce que la estabilidad del tipo de cambio y la restricción de liquidez son medidas que el Banco Central ha aplicado para manejar la inflación, el diputado Ángel Alvarado dijo que son acciones que no resuelven el problema.
Por otro lado, el legislador agregó, que aun con la desaceleración, continua el deterioro de los ingresos. Se estima que un trabajador promedio con su sueldo compra 3,5 % de la canasta alimentaria. El sueldo base en el país petrolero es de 40.000 bolívares mensuales, esta cifra equivale a US$5,6.
Para el primer semestre de 2019 la inflación acumulada fue de 1.155%, estos datos fueron arrojados por un reporte del Parlamento.
Asimismo, el emisor venezolano se volvió a pronunciar con los indicadores económicos en mayo, luego de casi cuatro años sin hacerlo, reconociendo que el país está atravesando por una hiperinflación. De acuerdo a la última cifra de precios suministrada por el Banco Central en abril, allí se vio reflejado un reporte con una variación de 33,8%.
Cabe destacar, que los motivos que llevaron al país a la hiperinflación se mantiene, continúan en el tapete, como punta de lanza. La contracción de la economía continua, señalo Alvarado. Asimismo, el parlamento realizo un cálculo donde se ve que a actividad económica se contrajo 40% que en el primer trimestre de este año.
Esta situación preocupa cada vez más a cada venezolano, el poder adquisitivo del mismo ha decaído, solo enfocándose en artículos de primera necesidad y solo cuando alcanza, de resto, se dificulta obtener algún otro.
El país está en su peor momento económico, teniendo reservas tan importantes. La esperanza está en un mañana libre de hiperinflación y más adquisición por cada ciudadano.
