Ya es común en Venezuela encontrar empanadas, cigarrillos, golosinas, accesorios de moda o hasta el servicio para aparcar un vehículo al precio de un dólar.
La mayoría de los negocios venezolanos ponen en marcha la comercialización de los productos en dólar o en su defecto al cambio oficial del mismo por día.
Muchos de los emprendedores ya sea de ventas de comida u otros productos o servicios básicamente se colocan un precio estándar y es que casi todo cuesta un dólar en Venezuela.
Cabe destacar que ya se trata de una estrategia para llamar clientes y subsistir en la compleja economía que se vive en el país.
Ya sea comida rápida, chocolates, tortas es un precio estándar que han utilizado los comerciantes tanto para vender como para que los venezolanos puedan adquirir los productos. Sin embargo, no todos disponen de un dólar para comprar y simplemente tienen que limitarse a no adquirir las cosas.
Los negocios del sector informal en Venezuela se han aferrado al valor de la divisa como una forma de llamar clientes y también para mantenerse en pie.
Asimismo, se trata de una muestra del crecimiento del comercio no regulado como consecuencia de la pandemia por la C-19, la crisis y la hiperinflación que en el 2020 rozó el 3.000 % y que hizo desaparecer los créditos.
El comercio informal en crecimiento
Según estadísticas del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), en la actualidad hay una estampida hacia el comercio informal, además de la ausencia de créditos, la pandemia afectó el 30% de los negocios en sus ventas ante la imposibilidad de abrir sus puertas a diario.
Por su parte la organización empresarial sostiene que entre un 20% y un 30% de los comercios que definitivamente decidieron cerrar sus puertas como consecuencia de la covid-19, en realidad, están trabajando sin tributar.
Los emprendedores se encuentran en modo subsistencia, realizando actividades que le puedan ayudar a resolver el problema diario. En este sentido, ese problema diario puede ser resuelto con la acumulación de ventas a un dólar que no dejan muchas ganancias, pero ayuda a subsistir en una Venezuela que no entiende de un precio menor a este, algo que choca en un país en el que el salario mínimo establecido por el régimen es de 64 centavos de dólar. Algo realmente incomprensible.
Es común encontrar muchos productos como porciones de tortas, calcetines, accesorios, golosinas entre otros al precio de un dólar. Es la tarifa mínima, incluso en el comercio formal, pese a que los salarios están desajustados a esta fórmula.
