Debido a la falta de insumos y fertilizantes, más la inflación es lo que ha impedido el desarrollo efectivo de esta actividad, la mayor dificultad que les ha tocado afrontar a los productores es la falta de financiamiento.

En este sentido, se hace necesario implementar una reforma de la política agrícola. En la actualidad no se cuenta con ningún tipo de financiamiento, ni público y mucho menos privado. Cabe destacar que, para volver a ser un país productor de café y garantizar el consumo interno, se necesita de créditos a los productores. Puesto que la producción de café es muy costosa.

Podemos decir que, para este tiempo producir café en Venezuela es un lujo. Debido a que es un rubro realmente costoso, sumado a esto los precios de los insumos y la mano de obra.

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Cadena de café distorsionada

Páez indicó que el café que se distribuye en los supermercados ronda los 400.00 bolívares por kilo. No obstante, afirmó que ese precio final del rubro no se corresponde con las ganancias de los productores.

Por su parte, aseguro que la cadena de producción y comercialización del café esta distorsionada gracias a la presencia de muchos intermediarios. Lo que perjudica a los productores y a los consumidores.

En este contexto, se evidencia que el que está teniendo una buena rentabilidad en el negocio del café es el intermediario, el mismo es el que lo encarece.

Sector cafetalero en riesgo de desaparecer

Si no se toman medidas correctivas respecto a que los productores reciban financiamiento bancario este sector está propenso a desaparecer. Cada vez se suman más inconvenientes que los está acorralando, en 2006 solo se produjeron 1,8 millones de quintales de café, pero el año pasado se contabilizo menos de 300.000 quintales, lo que resulta alarmante.

Asimismo, en 2019 se cerró con números dramáticos en la gran parte de los rubros. Hablando en términos generales, no se produjo ni la mitad de lo que se consume en Venezuela. faltan insumos, fertilizantes, semillas en conclusión falta de todo. Cada quien produce que necesita comer, es lamentable pero cierto.