La situación económica en Venezuela es algo de los que muchos ciudadanos no pueden escapar y es necesario mientras tanto adaptarse a la situación

Desde noviembre del año 2017  el país está inmerso en la pesadilla de la hiperinflación, siendo todos estos años transcurridos época de cifras mareantes que ha desencadenado una dolarización espontanea como ancla de salvación. Sin embargo, en los últimos meses, el incremento de los precios se ha comenzado a detener, lo que alimenta una mínima esperanza de dejar atrás este mal sueño.

Por su parte, según estadísticas del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), la inflación para el mes de mayo fue de 19,6%, mientras que en el mes de abril cerró en el 33,4 % y en marzo fue de 9,1%. Aquí claramente se puede notar la cifra variante y el descenso que alcanzo.

De esa manera, se puede notar que la inflación se ha ubicado tres meses consecutivos, por debajo de 50% que marca la hiperinflación, pues el OVF reportó un 50,9 % aunque el BCV la cifró en 33,8% en ese mes.

Cautela y espejismo

Por otro lado, Ronald Balza, decano de la facultad Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), explicó que la hiperinflación en Venezuela comienza cuando en un mes supera el 50% y solo es posible dar por concluida cuando transcurren doce por debajo de este porcentaje.

Se trata de doce meses sin volver a tener el 50% en un mes porque, una vez superas el 50%, las distorsiones que hay en el sistema fiscal y monetario son tan severas que hay que asegurarse de corregirlas para decir a corregirlos para poder decir la hiperinflación se detuvo.

Asimismo Balza señalo que aun estando en la dulce espera de que pase un año, enfatizó lamentablemente aún no se ha visto nada que nos haga pensar que si definitivamente se va a salir de la hiperinflación porque no hay corrección fiscal a la vista.

Cabe destacar que a toda esta situación también se suma que el régimen tiene gran cantidad de gastos que nosotros desconocemos porque no podemos conocer el presupuesto, pero vemos que reciben una cantidad de bolívares del banco BCV, que obviamente no se conoce el destino, y esa cantidad de bolívares.