Esta cruel práctica ha puesto a las redes sociales de cabeza al ver las imágenes de perros tatuados y las “justificaciones” de sus dueños.
Los dueños de estos caninos, afirma que lo hacen para identificarlos en el caso de que se extravíen, mientras que otros aseguran que lo hacen solo con fines estéticos, pero, realmente, esto es una tortura y un acto atroz de parte de mentes enfermas. Si una persona decide hacerse un tatuaje es por su decisión propia, pero, mandar en la piel de un animal que no puede hablar ni resistirse es de cobarde.
Lo peor del caso es que, cuando algo se pone de moda, enseguida se riega como pólvora y otros comienzan a implantarla también, cosa que se vuelve cruel e innecesaria. Al parecer, esta práctica lleva ya unos cuantos años, pero, ha vuelto a salir a la luz gracias a un usuario de origen holandés que hizo unas publicaciones en su cuenta en Twitter. Se trata de Maarten Kaskens, quien subió cuatro fotografías de perros con tatuajes en sus cuerpos y acompañó su tuit con este mensaje: “¿Qué idiota puede tatuar a su perro? Pues, desgraciadamente hay muchos idiotas”.
Pero ¿cómo logran hacerle un tatuaje a un perro sin que sienta dolor? Pues, la respuesta es simple, los someten a la anestesia, los duermen completamente para poder usar esas agujas que marcarán su piel con tinta, en contra de su voluntad, tal y como si se tratase de una intervención quirúrgica.
Para los entendidos del tema, saben que posteriormente de realizarse un tatuaje, hay que mantener un cuidado riguroso que se debe tener para que pueda sanar perfectamente, cosa que un perro no puede hacer, pues, suelen ser muy inquietos y juguetones.
Lo lamentable es que, esta tendencia está volviendo y uno de los casos más emblemáticos es el del tatuador Ernesto Rodríguez, quien trabaja en Carolina del Norte, Estados Unidos, quien comenzó todo, haciéndole tatuajes en el vientre a sus dos perros en el año 2013. Según él, lo hizo para poder identificarlas en algún caso determinado.
La organización animalista ASPCA explica que hay veterinarios que realizan pequeños e insignificantes tatuajes o marcas de identificación que apenas se pueden ver, pero que, de ahí a hacer un tatuaje decorativo y estético es un acto cruel e inhumano. “Tatuar a un animal para el placer egoísta y la diversión de sus dueños, sin ninguna consideración por el bienestar animal, sin duda, no es algo que nosotros apoyemos, ni apoyaremos nunca”, afirmó un representante de ASPCA.
Así sucedió hace poco tiempo con una influencer ucraniana que recibió fuertes críticas por haber tatuado a su gato esfinge en el pecho, así como se ve en la imagen.
Definitivamente, al mundo le hace falta más conciencia.
