Tecnología nos ayuda a lograr avances en la salud , debido a la innovación de una herramienta para realizar análisis de sangre sin pinchazos.
Es inevitable qué, al nombrarnos examen de sangre, se nos venga a la cabeza la imagen de una aguja e inmediatamente temor a ellas, al menos al 80% de las personas les pasa.
Pues al fin, que nos nombren un examen de sangre no será motivo de susto, porque gracias a la tecnología, los métodos para la salud están evolucionando, y traen una innovadora idea como lo son las inyecciones sin agujas.
Esto quiere decir qué, más adelante le diremos chao a los dolores causados por los pinchazos, al sacarnos sangre o cuando vamos a inyectar algún tratamiento en nuestro cuerpo.
El nuevo y fabuloso invento lo llaman “Hemolink” y este se originó en EEUU, tal parece, que ya lo han probado lo suficiente, para que dentro de poco se encuentre en las vitrinas comerciales por parte de la compañía Tasso Inc.
Dicho sistema, consiste en succionar haciendo un proceso parecido a una aspiradora, pero a nivel microscópico, para así aprovechar los micro-fluidos.
La apariencia del mismo, es de un parche que se coloca en el brazo y es muy útil para realizar análisis de colesterol, azúcar e infecciones que son los más comunes.
Esta herramienta es del tamaño de una pelota de ping-pong, y puede ser utilizada por el mismo paciente, ya que no tiene ningún riesgo y su uso es fácil, solo se coloca en la piel durante algunos minutos, mientras se llena el colector que viene integrado al dispositivo.
La cantidad de sangre que este extrae de nuestro cuerpo es de aproximadamente 0.15cm3, lo necesario para realizar un análisis de sangre, luego de este proceso, el paciente debe trasladar la sangre hasta el laboratorio más cercano para analizar y obtener el resultado.
El invento tiene gran respaldo de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa de U.S.A (DARPA), quien ha dado para el inicio de su comercialización unos 3000.000$, el objetivo de este monto es motivar a las demás compañías a cooperar, para que las muestras que han sido tomadas por el paciente sean perfectamente utilizadas por el laboratorio para lograr la prueba.