Una extraña especie de tortuga que pareciera que tiene una eterna sonrisa estaba al borde de la extinción cuando fue rescatada, mediante la campaña de un programa de reproducción.
También se le conoce como “tortuga de techo birmana” y lamentablemente, había estado en peligro de extinción por la gran cantidad de contaminación que existe en los océanos, los gases tóxicos que son expulsados hacia la atmósfera y la constante destrucción a la naturaleza.
Los que salen más afectados en todo este desastre que provoca la gran mayoría de los humanos, son las especies de animales y, aunque los gobiernos no toman aún decisiones drásticas para solventar este terrible problema, sí existen todavía personas que se comprometen con el medioambiente y el ecosistema en busca de mejoras.
Steven G. Platt, fue quien dirigió la campaña para poder establecer un programa de reproducción y explica que: “Estuvimos a punto de perderlos. Si no hubiéramos intervenido a tiempo, esta tortuga simplemente se habría ido”.
Esta especie de tortuga, tiene ojos grandes y saltones, sus labios son hacia arriba, dando la impresión de que estuviera sonriendo y pueden llegar a medir hasta 60 centímetros de largo al completar su desarrollo. Sin duda alguna, el rasgo más característico y llamativo de la tortuga de techo birmana es su eterna sonrisa.
Luego de que este grupo de expertos pusiera en marcha este grandioso proyecto, el número de esa especie aumentó a más de 1.000. Viven en los sistemas fluviales de Myanmar y, hacia el año 2000 ya se encontraba en la lista de especies en peligro de extinción.
A pesar de esto, un mercado de vida silvestre en China pudo comprar un espécimen vivo y luego pudo llegar a manos de un recolector de tortugas norteamericano en ese mismo año. Al cabo de solo un corto tiempo, los científicos pudieron descubrir dos poblaciones remanentes de estas tortugas en estado salvaje, y fue entonces, cuando iniciaron el programa para el aumento de su población mediante la reproducción.
Aunque la mayoría de los animales en estos momentos se encuentran en cautiverios durante el programa de reproducción, algunas otras han sido puestas en libertad en la naturaleza en los últimos 5 años.
El resultado de esta iniciativa ha sido positiva y ahora no se le considera como una especie en peligro de extinción.
