Esta nueva enfermedad que recién acaba de iniciar, tiene a todo el mundo en alerta, cuando todavía estamos atravesado la pandemia

Cuando estamos terminando de pasar la pandemia ocasionada por el virus C-19, se está presentando una nueva alerta, la cual está dando de qué hablar. Nos referimos a la Viruela del mono, una enfermedad endémica que proviene de animales como los primates.

Viruela símica

Esta enfermedad de tipo viral, se puede contagiar de animales a humanos, siendo los monos los principales portadores del virus. A pesar de ello, diversos estudios detectaron que los roedores también lo portan y lo pueden transmitir a los humanos.

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Origen de la Viruela del mono

Según las investigaciones, este padecimiento surgió en la República Democrática del Congo, siendo detectada en un niño de 9 años en ese país, aunque el primer caso, fue en el año 1970 y desde ese momento, los casos que se han registrado son de la misma localidad.

Es necesario mencionar que, entre 1996 y 1997, hubo un importante brote de esta enfermedad. A partir del primer registro de esta enfermedad en 1970, se han dado más casos de contagio en personas de unos diez países africanos, entre los que se encuentran, Nigeria, Sierra Leona, Camerún, Sudán del Sur, Gabón, Liberia, República del Congo, República Democrática del Congo, República Centroafricana y Côte d’Ivoire.

Por su parte, en el 2003, se confirmó el primer caso de viruela símica en los Estados Unidos, siendo entones la primera vez que aparecía en otro continente. Resultó que todos los pacientes con esta afección, habían tenido un contacto físico directo con perros que habían sido infectados por roedores que venían de África.

Síntomas asociados a la viruela símica

Las personas que se contagian con este virus, suelen presentar los siguientes síntomas:

  • Fiebre.
  • Dolores musculares.
  • Dolor de cabeza.
  • Inflamación de ganglios linfáticos.
  • Debilidad muy intensa.
  • Lesiones o erupciones en la piel, que se presentan luego del tercer día de fiebre.

Cabe destacar que, antes de comiencen a aparecer los primeros síntomas, esta infección pasa un tiempo de incubación que, por lo general, es de entre 6 a 16 días. En algunos casos hasta podría llegar a ampliarse hasta los 21 días de incubación.

Con respecto a la erupción que aparece en la piel, se aloja específicamente en el rostro y se empieza a expandir en las palmas de las manos y las plantas de los pies. Las lesiones aparecen en forma de ampollas que pueden ser planas y ligeramente elevadas, estando llenas de un líquido. Pasados los días, estas llagas se transforman en pústulas y luego en costras, duran unos diez días aproximadamente y su desaparición total se da en unas tres semanas aproximadamente.

Además de esto, las lesiones cutáneas podrían aparecer igual en áreas como los ojos, la boca, la córnea y los genitales.

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¿Es grave este padecimiento?

Lo complicado de este virus, es más que todo la sobreinfección bacteriana de las lesiones en la piel, la bronconeumonía, la queratitis, la encefalitis y la sobreinfección corneal que se pueda presentar.

El índice de mortalidad que ha sido descrita en los brotes presentados en África, van desde el 1% al 10%. En el caso del Reino Unido, los casos que han sido identificados pertenecen a la variante de África Occidental, la cual tiene una tasa de mortalidad de 1% en comparación con la variante de África Central que tiene un 10% de mortalidad por causa de este padecimiento.

Ahora bien, en niños se presenta el mayor índice de mortalidad, así como también en jóvenes y en personas inmunodeprimidos.

Tratamiento para la Viruela del mono

Lamentablemente, todavía no hay un tratamiento ni una vacuna para este virus, sin embargo, con la vacuna de la viruela humana, puede llegar a controlarse el brote de la enfermedad y disminuir un poco los síntomas.

Los pacientes con este virus deben permanecer en aislamiento durante un tiempo y evitar el contacto con otras personas para no transmitirlo. De todos modos, en el caso de sentir cualquier síntoma de los que nombramos, la persona debe dirigirse inmediatamente al médico, seguir sus indicaciones y guardar el debido reposo.