La increíble hazaña que han hecho estos científicos japoneses, ha salvado la vida de un paciente que portaba el virus.
Una mujer que se había contagiado del virus actual, quedó con graves secuelas, lo que implicaba que tenía que ser operada. Para tal procedimiento, tanto su esposo como su hijo, se ofrecieron como voluntarios para que la mujer fuera sometida a una cirugía que jamás y nunca había sido realizada.
En tiempos de pandemia, los avances científicos que se han logrado son muchos. Detrás de cada esfuerzo por frenar el virus y detener los contagios mediante la llegada de la vacunas, parece ser un incentivo para que se llegue a las innovaciones en otros ámbitos de la ciencia y la salud.
En Japón, un grupo de médicos lograron realizar por primera vez en la historia un trasplante pulmonar con donante vivo. Así lo dio a conocer la cadena de noticias CNN, en donde explicaron que la paciente beneficiada es una mujer japonesa que resultó con los pulmones gravemente dañados, luego de haber estado infectada con el C-19.
Pero, su esperanza se vio hecha realidad en el Hospital de Kyoto, en donde los doctores que la trataron, le dijeron que había la posibilidad de salvar su vida. Se trató de un trasplante de tejido pulmonar, que se realizaría con la participación de su esposo y su hijo, quienes fueron los donantes.
El procedimiento quirúrgico fue realizado con los pacientes vivos, por el Dr. Hiroshi Date, quien es cirujano torácico de ese hospital. Fueron aproximadamente 11 horas de cirugía, en los que estos médicos lograron lo nunca antes se había hecho.
Este doctor, es un verdadero experto en realizar procesos de trasplantes con donantes vivos. Asegura Date que le gusta más realizar este tipo de procedimiento con pacientes vivos que con los de muerte cerebral.
Hasta los momentos, los doctores no han querido revelar el nombre de la paciente, solo han dicho que es una mujer habitante de la región occidental de Kansai. Explicaron que la mujer resultó contagiada finalizando el año 2020, por lo que hubo que entubarla y estuvo conectada a un soporte vital.
Al ser liberada del virus, quedó con secuelas de él, específicamente sus pulmones, que quedaron completamente deteriorados y con una diminuta esperanza de vida que llegó tras su trasplante.
