La idea fue de su hijo, quien un día les preguntó a sus padres, si podían hacer algo para salvar al planeta de la destrucción.
Si, cada día hay más conciencia en el mundo acerca de la contaminación y el cambio climático. Aunque existan personas destruyendo el ambiente, por otro lado hay millones de ideas y proyectos que surgen y se desarrollan en pro de una buena calidad de vida, donde el aire que respiramos sea totalmente puro y nos deje vivir una vida saludable.
Uno de esos proyectos amigables con el medio ambiente es esta, la creación de unas gafas a partir de botellas de plástico. Todos sabemos, que el plástico es uno de los principales contaminantes del planeta, por ello, la solución está en usarlos a manera de reciclaje para darles un uso inteligente y no botarlos a la basura.
Por ello, el pequeño de 2 años, Harry Robinson y su padre Nik Robinson, comenzaron a usar este material para que no termine siendo un desperdicio que haga daño al planeta y, por el contrario, darle una mejor utilidad, al crear unos lentes de sol.
Ellos afirman que, con una botella de 600 ml, se puede fabricar un par de lentes de varios colores. Es por esta razón que, para empezar con buen pie, crearon su propia empresa a la cual llamaron Good Citizens, en Australia, así esperan dar inicio a la comercialización de estos accesorios.
Asimismo indican que, no solo salvarán al planeta, sino que harán un buen negocio y también servirá para ganarse la vida. Pero ¿cómo es que a un niño de 2 años se le ocurrió esto?
Harry sintió esta necesidad, cuando estaba en la escuela, viendo una clase especial sobre el medio ambiente, fue entonces cuando llegó con esta inquietud hacia su padre, quien lo está ayudando ahora a poner la idea en práctica.
Nik explicó a los medios de comunicación que: “Al principio, no pensé mucho en eso, pero luego me hizo pensar. Quizás podríamos hacer algo; tal vez podríamos tomar basura y convertirla en algo que sea bueno. Uno de los mayores problemas de desechos a nivel mundial son las botellas de plástico de un solo uso, así que comencé a investigar si el PET reciclado podría usarse para hacer productos. No podía entender por qué los fabricantes fabricaban productos con plástico nuevo cuando había una pila tan grande de desechos descartados. Plástico que podría ser utilizado”.
También cuenta que ese proceso no es nada fácil y que por ello, la mayoría de las empresas que trabajan con estos materiales no se comprometen con el ambiente. Han sido más de dos años de investigaciones y de pruebas, tiempo en el cual ha tratado de rendirse, pero luego saca fuerzas y continúa avanzando.
Sin duda, una idea ejemplar.
