El extraño pez hallado en un río chileno sería una especie de la prehistoria que no evolucionó y se cree que debe tener al menos unos 500 millones de años.
Han sido muchas las especies que hasta ahora se han creído extintas y para sorpresa de la humanidad, se descubre que aún están entre nosotros, conviviendo como si nada. Tal parece que tienen una gran fortaleza muy difícil de extinguir, como si se negaran a desaparecer.
Así es el caso que ocurrió con los Defensores Región del Maule, quienes se encargaron de publicar un registro realmente histórico, de un pez hallado en un río del sur chileno, el cual fue apodado como “pez vampiro del agua” por su apariencia y dientes filosos. Lo más curioso del caso, es que, desde hace muchísimo tiempo no se tenía registros de esta especie, ya había sido declarado extinto.
Se trata de una especie endémica que fue registrada en Chile y Argentina como Lamprea y que, reapareció en la Región del Maule en Chile, específicamente en el Río Longaví.
Mediante un comunicado pudieron explicar: “La agrupación Defensores del Alto Maule una vez enterado del hallazgo activo los respectivos protocolos y consultado con el profesional Rodrigo Villalobos pudieron acceder a un profesional del área, a quien le fue enviado el material. El Profesor y Edgardo E. Loyola G. quien es experto en Biología-Zoología y Ciencias Ambientales, se refirió a este histórico hallazgo de la siguiente manera:
SERNAPESCA en 2006 propone adjudicarle la categoría de en peligro de extinción¸ debido al reducido número de individuos de sus poblaciones y los escasos hallazgos de ejemplares en los ríos de Chile”.
El pez tiene entre sus características, que su boca es circular, carece de mandíbula y posee unos dientes muy filosos, muy similares a los de los murciélagos, por ello le han dado ese nombre. Son propios de las aguas dulces, por esta razón no se le verá nunca en el mar sino, por el contrario, se le podrá ver en ríos. El cuerpo es alargado, muy parecido a una anguila, tiene aberturas branquiales en sus laterales y en la parte posterior a su cabeza. Una verdadera extraña belleza que, sin duda, alegra al mundo entero por saber que la naturaleza sigue muy viva.