El carnaval en Río estaba previsto para febrero, sin embargo, han decidido no celebrarlo, por motivos de la pandemia, aunque consideraban tener una vacuna y una campaña de inmunización avanzada para estas fechas, pero no fue así.
Todos saben, que la celebración de carnavales en Brasil, es muy ostentosa, por lo que se han tenido pérdidas por la cancelación, siendo un trabajo que se toma más de seis meses.
Básicamente, los entes organizadores de tal evento, manifiestan su temor a que las aglomeraciones agraven la situación sanitaria en Brasil, el segundo país con más muertes por el C-19, (213 fallecidos) después de los Estados Unidos, y el tercero con más contagios (8,7 millones de casos) después de Estados Unidos e India.
Por su parte, el alcalde la ciudad brasileña ha indicado que en 2022, cuando lo más probable es que todos estén vacunados contra el C-19 tanto los protagonistas del carnaval como los turistas que viajen para disfrutar la fiesta.
Cabe destacar que, Paes ha solicitado a los organismos municipales responsables que coloquen en marcha proyectos alternativos para garantizar el sustento y un mínimo de renta a las personas que viven de las fiestas de carnaval.
Vale la pena resaltar que, el carnaval es el principal evento turístico de Río y el año pasado arribo a 2,1 millones de visitantes, 484 000 extranjeros, que dejaron ingresos de 900 millones de dólares.
Por otro lado, las escuelas de samba de Río de Janeiro ya habían anunciado en noviembre su decisión de cancelar los desfiles tradicionales previstos para el mes de febrero y realizarlos para julio del año en curso, pero esta decisión la habían condicionado a una vacuna.
Asimismo, los “blocos», las comparsas que desfilan en las calles quienes son las que atraen millones de personas, también habían condicionado su participación a una vacuna y a una campaña de inmunización avanzada.
De igual modo, los desfiles de las escuelas de samba del Grupo Especial del Carnaval de Río, que son el mayor espectáculo del mundo al aire libre y principal atractivo de la fiesta, hacen posible que se concentren en dos noches un total de 145 000 espectadores en el Sambodromo, sin contar los cerca de 5000 integrantes de cada una de las agrupaciones y miles de personas indispensables para el evento.
En este sentido, se prevé que la concentración y el contacto directo es más peligroso en los desfiles de blocos.
Los organizadores prefieren prevenir y posponer antes de ser los responsables de más contagios y que la emergencia sanitaria se agrave más en el país.