Son muchos los años, que hemos necesitado para ir dañando la capa de ozono de la Tierra, pero, ahora, por primera vez está sanando.
Los expertos calculan que para el año 2030, ya la capa superior que está sobre el hemisferio norte, tendría que estar completamente reparada. Sabemos que el mundo es el lugar donde vivimos y, no lo hemos cuidado lo suficiente. Los daños causados por la humanidad son muy grandes, hasta el punto de hayan cambios climáticos que afectan a todos los seres vivos.
Actualmente, sabemos que hay un verdadero caos con la terrible pandemia conocida como Covid-19 que tiene al mundo entero en total aislamiento para evitar el contagio.
Pero, entre tantas dificultades, hay una buena noticia, y es que, se recupera la capa de ozono de nuestro planeta, mediante una serie de medidas que se están ocupando de reparar todo el daño causado. Según los expertos, esto tendrá un efecto positivo y beneficioso también sobre el cambio climático, pues, algunos de los gases causantes del adelgazamiento de la capa de ozono, son especiales contribuyente al calentamiento de la atmósfera.
Aproximadamente desde el año 2000, se ha recuperado del uso de los productos químicos que vienen en aerosol de 1% a 3%, esto hace que los especialistas calculen que para el año 2030, la capa de ozono sobre el hemisferio norte y las latitudes medias estén completamente recuperadas y como nuevas.
Erik Solheim, quien es el jefe del Medio Ambiente en la ONU ha explicado: “El protocolo de Montreal es uno de los acuerdos multilaterales más exitosos de la historia por una razón. La cuidadosa combinación de ciencia autorizada y acción colaborativa que ha definido el protocolo durante más de 30 años y se estableció para sanar nuestra capa de ozono es precisamente por qué la enmienda Kigali es tan prometedora para la acción climática en el futuro”.
Se prevé que esta enmienda pueda entrar en vigencia el próximo año y, que pueda ayudar a reducir los cambios climáticos futuros, pues, se enfoca a los gases HFC, los cuales son utilizados más que todo para la refrigeración y tienen un efecto muy dañino de calentamiento para nuestra atmósfera.