A esta mujer no le gusta presumir, luego de ganar una importante suma de dinero en una lotería, no dejó su empleo de cocinera.
Trish Emson es una mujer inglesa de 51 años de edad, quien en el año 2003, tuvo la suerte de ganarse más 2 millones de dólares en la Lotería Nacional de Inglaterra. Hasta ahora, solo ha gastado una parte de ese dinero en viajar por un crucero y en una casa rodante que compró.
La mujer asegura que, “Ser rico no te hace mejor persona”. Muchas personas cuando obtienen logros así, cambian su vida por completo y se olvidan lo que antes fueron, pero, en su caso, hacerse millonaria junto a su pareja Graham Norton, no los cambió en lo más mínimo.
Pese a que pudieran darse los lujos que cualquier otra persona hubiera querido, ellos no lo han hecho y, por el contrario, continúan con sus vidas como si nada. “Ser rico no te hace elegante ni mejor persona. No me gusta presumir y alardear sobre el dinero. No puedo ser elegante de todos modos“, señala Trish.
Ella no permitió que la cantidad de ceros que comenzó a ver en su cuenta bancaria la marearan y le quitaran su humildad. La pareja, tomó la decisión de continuar viviendo en su misma casa.
Además, luego de nacer su hijo Benjamín, justo dos semanas después de ganar la lotería, lo inscribieron en una escuela pública de la ciudad en la que viven. Por su parte, Trish siguió trabajando como cocinera en la escuela de su ciudad, Rotherham.
A pesar de que no se han dado grandes lujos con los millones que se ganó, sí han aprovechado parte de él en cosas muy puntuales, detallando que, “He tenido cuidado. No compro coches deportivos, tengo un Kia. Lo mejor que compramos fue una casa rodante. De hecho tengo dos, uno para mi familia y amigos“.
Del mismo modo, quisieron hacer un viaje a un par de destinos turísticos, entre los que destacaron, Benidorm, Ibiza, y un crucero al que Trish quiso invitar a su madre. Para esta afortunada mujer, el dinero no fue lo más, sino más bien, el haber tenido a su hijo Benjamín, ya que, por mucho tiempo había buscado embarazarse sin poder concretar.