El apoyo dotado por la Cruz Roja no logra calmar la extensa catástrofe que padece el sector salud.
Los insumos que llegaron al país el pasado mes de abril, cada vez se hace más insuficiente motivado a la agravación de la situación que atraviesa el Estado.
La mayoría de los médicos saben que centenares de personas enfermas fallecerán ya que no cuentan con un tratamiento digno en el país. Un conjunto de individuos enojadas por la ineficacia, caminaron el pasado mes de mayo, hasta la institución de la Cruz Roja en la ciudad Caracas con el fin de reclamar la distribución de los insumos médicos a diferentes centros de salud del país.
De esta manera, los encargados de dicho organismo anunciaron que se presume que en la primera entrega se beneficien 650.000 pacientes. No obstante, Mark Lowcock, secretario general agregado de Asuntos Humanitarios de la ONU, indicó que se requiere ayuda para 7 millones de habitantes.
Además, expresó que todos saben que la enmienda puede tardarse indeterminadamente y la continuación de la disyuntiva política y la emergencia ha apresurado la migración obligatoria, ya que la realidad del país cada día se vuelve más inestable debido a la hiperinflación que desmejora a la población, la crisis eléctrica que sufre la mayoría de los Estados del país y la falta de gasolina que ha comenzado a restringir el ya limitado suministro de alimentos, entre una disputa de poderes entre el chavismo y el conflicto por la transición de Juan Guaidó.
“Sabíamos que había entrado un cargamento de medicamentos, pero no teníamos certeza de qué había ingresado y cómo sería su distribución”, expresó Ana Rosario Contreras, presidente del Colegio de Enfermeras de Caracas, en una presentación en la ciudad de Caracas.
Por su parte, el director de la ONG Acción Solidaria, Feliciano Reyna, aseveró que la crisis humanitaria en Venezuela actualmente es casi imposible solucionarla. Sin embargo, se adelantó en la activación de los componentes de Naciones Unidas y el presidente Nicolás Maduro aceptó el apoyo humanitario de la Cruz Roja, aun no se define el acceso de la ayuda y, en consecuencia, la crisis aumenta en el país. Además, informó “La supervivencia aquí está en riesgo. En 2015 comenzó a formarse la ola de este tsunami que ya entró al país y sigue arrasando. Para detener ese daño hay que hacer esfuerzos enormes”.
Aguantar la crisis, culpable de la dificultosa migración, significa atender a miles de pacientes con distintas enfermedades graves. En el mes anterior, un informe de ONG internacional ACAPS, que estudia las emergencias humanitarias a nivel mundial, estimó que el escenario era altamente severo al demostrar que 14,9 millones de habitantes venezolanos necesitan de la ayuda humanitaria, lo que implica más de la mitad de la población. Esas son personas, apunta Reyna, cuyas calidades de vida están en riesgo hasta tal punto que tendrían que emigrar a otro país.
El director admite la importancia de que sea permitido el acceso de los cargamentos llamados como ayuda humanitaria con la aprobación de Maduro por primera vez, pero reflexiona que desde 2016 muchas ONG venezolanas atienden a grupos indefensos.
Por su parte, su organización Acción Solidaria, reparte tratamientos médicos mensualmente para 15.000 enfermos influidos por las complicaciones de Venezuela.