“No me arrepiento”, dijo la anciana que, después de recibir una millonaria herencia, decidió dedicarse a cuidar animales.
Muchas personas, por cosas de la vida, llegan a tener una buena situación económica, lo cual hace que no tengan ningún tipo de sobresaltos al independizarse. Sin duda alguna, esto es algo que no todo el mundo tiene la suerte de experimentar.
También es verdad que, hay quienes prefieren hacer cosas diferentes con el dinero, pese a su posición, haciendo aportes maravillosos a la sociedad. Eso fue lo que hizo Sandy, una mujer de 76 años de edad nacida en el seno de una familia millonaria en el Reino Unido.
Cuando cumplió los 21 años, usó la herencia que le dejó su familia para crear el Refugio de Animales Magic Mountain en Grecia. Sandy jamás tuvo sobresaltos en su vida, pues, su padre era oficial del ejército británico y su familia disponía de muchas empresas, lo cual le deba un puesto de gran élite en su país natal.
A pesar de ello, Sandy comenzó a aburrirse de esa vida y una de las situaciones que la llevó al colmo, fue cuando un día, su hermano se suicidó tras haber pasado por una fuerte depresión que empezó a presentar por ese estilo de vida que solían llevar. Sus padres le habían prohibido muchas cosas, no podía hablar con cualquier persona, solo podían socializar con personas de familias poderosas.
Vivían de una manera muy estricta y disciplinada, pues, estuvieron durante mucho tiempo en un internado mientras que sus padres se la pasaban fuera del país por asuntos de negocios. Fue de esa forma, que se dio cuenta que ese estilo de vida no era para ella y que debía cambiar cuanto antes.
Por ello, escapó de la vida de socialité en el Reino Unido para viajar hasta Grecia y así sobrevivir con su arte. Explicó la mujer que, “La razón por la que vine hasta Grecia, fue porque era una forma de romper con un sistema de clases en el que realmente no quería ni podía encajar. Había ciertas personas con las que podía salir y otras con las que no”.
Cuando Sandy se sintió en libertad, empezó a hacer lo que realmente le gustaba y le apasionaba, inició lo que sentía como verdadera vocación, que es la de ayudar a los animales abandonados en las calles.
Fue por esta razón que utilizó gran parte de su herencia y que había ahorrado por años, para crear un refugio para rescatar animales en situación de calle. En ese lugar, gasta unos 4 mil dólares aproximadamente en el mantenimiento de los animales que allí viven. Esta situación se le ha hecho mucho muy complicada durante los últimos años. Sin embargo, es feliz con los resultados porque ayuda a sus mascotas.
