Para la actualidad sigue en la memoria de muchos el caso del terrorista más violento de toda la historia, siendo el protagonista del fatídico hecho que sucedió en Estados Unidos el 11 de septiembre. Sus descendientes no se han quedado atrás, ya que también han agarrado por ese mismo camino, queriendo mantener un legado absurdo, que encierra violencia, destrucción, muertes de personas inocentes entre otros.
La policía de EE. UU han recopilado información acerca de que el hijo y posible sucesor de Osama bin Laden, Hamza bin Laden, falleció, según afirmaron varias fuentes oficiales de diferentes cadenas informativas, para luego ser confirmado por otros medios estadounidenses. El hoy occiso e hijo del cerebro de los atentados del 11-S murió en algún momento de los dos primeros años de la candidatura de Donald Trump.
No se han encontrados detalles sobre las circunstancias de su muerte, cómo, cuándo o dónde se produjo el hecho. Tampoco que papel jugo Estados unidos en su caída. Se conoce que su muerte aconteció antes de que el Departamento de Estado anunciara una recompensa de un millón de dólares para quién diera información acerca de su ubicación, pero las autoridades estadounidenses aún no lo habían ratificado.
Cabe destacar que, Osama bin Laden murió en una operación de inteligencia de fuerzas especiales estadounidense en su escondite en Abbotabad, este lugar se encuentra en Pakistán cerca de la frontera de Afganistan, en 2011. Para esa ocasión también murió su hijo Khalid. En otro suceso, dos años atrás, otro hijo, Saad, cayó muerto en un ataque por un dron, también en Pakistán.
Por su parte Hamza se había convertido en uno de los portavoces de Al Qaeda, se trata de una organización terrorista que lideró su padre, donde el aspiraba ser el sucesor como máximo dirigente. De forma recurrente grababa mensajes de propaganda. Estaba casado con la hija de uno de los lugartenientes de Osama bin Laden, estaba siendo formado para dirigir al grupo terrorista algún día.
Asimismo, las autoridades estadounidenses aun persiguen al actual líder de Al Qaeda, Ayman al-Zawahri, a quien Hamza ayudó a mantener los lazos que hasta la actualidad persisten con los talibanes de Afganistán.
