Toto, el orangután, era considerado como “Uno de los más queridos embajadores de la conservación de la vida silvestre”.

Uno de los momentos más emocionantes para algunos niños, era ir de paseo hasta los zoológicos. Allí, podían disfrutar de ver a todos esos animales salvajes que solo están en la selva.

En la Ciudad de México, se encuentra el Zoológico de Chapultepec, el cual es uno de los más conocidos y populares de ese país. Recientemente, tuvo que pasar por un mal momento, y compartir la triste noticia con el país y el resto del mundo.

La mala noticia fue que, falleció Toto, un orangután que había pasado su vida en ese recinto por 29 años y era muy famoso y querido por los visitantes, así como también, por quienes trabajaban allí.

La información acerca de su muerte, fue difundida por la Dirección General de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre de la Ciudad de México. Contaron que el animal, ya estaba cerca de cumplir los 30 años de edad. Además, se tomaron unos minutos para dedicarle unas palabras, diciendo que era “uno de los más queridos embajadores de la conservación de la vida silvestre”.fallece-toto-el-orangutan-del-zoo-de-chapultepec-en-ciudad-de-mexico-a-los-29-años-animal-muerte-movidatuy.com

Toto, había nacido el 26 de diciembre de 1991, fue un híbrido entre los orangutanes de la Isla de Borneo y de la Isla de Sumutra. Según cuentan sus cuidadores, ya el orangután tenía días que había perdido el apetito, como consecuencia de algunos trastornos gastrointestinales y que, a pesar de todas las atenciones que le dieron, su salud fue cada vez deteriorándose más.

Todo ello, hizo que su dolor abdominal empeorara más, lo cual hacía que estuviera deprimido y que bajara de peso de forma progresiva. Hasta ahora, se desconoce cuáles fueron los motivos por los que pereció, por lo que, le han tomado varias muestras, con el fin de determinar  con exactitud las causas de su muerte.fallece-toto-el-orangutan-del-zoo-de-chapultepec-en-ciudad-de-mexico-a-los-29-años-zoologico-movidatuy.com

Cuando Toto nació, no fue nada fácil criarlo, hubo que darle leche artificial, pues, su madre, no estaba produciendo suficiente leche materna para alimentarlo y se mantenía en constante contacto con los humanos.

El recinto donde permanecía, fue remodelado recientemente, creándole un ambiente muy natural y lleno de mucha vida para que estuviera más cómodo, pero, lamentablemente, no pudo disfrutarlo como debía.

De seguro que quienes solían visitarlo, lo van a extrañar mucho.