Actualmente, Venezuela se encuentra sin medicinas. Desde el año 2015, cuando la Federación Farmacéutica Venezolana (Fefarven) comenzó a reportar carencias en medicamentos como antibióticos y anticonvulsivos; el país ha observado cómo las farmacias se desocupan a niveles sorprendentes y es que, según los datos que se manejan a nivel nacional, hoy en día hay un desabastecimiento que alcanza el 80%.
“No hay producción en el país y eso se ve reflejado en la precaria dotación de las farmacias”, así lo manifestó Freddy Ceballos, presidente de Fefarven, cuando se le preguntó el porqué de la escasez. “Hemos perdido la soberanía farmacológica”; es otra de las respuestas que indica el director.
Lo más preocupante para las autoridades es que el Gobierno Nacional; lejos de buscar opciones para enmendar esta situación, crea programas que terminan en un completo fracaso. La distribución de medicinas mediante el programa Barrio Adentro, la implantación de boticas populares y la creación del sistema 0800SALUDYA, son posibilidades que no mejoran la situación real de los pacientes; porque los analgésicos, los antihipertensivos, antibióticos o los psicotrópicos todavía continúan sin aparecer por ningún lado.
“Lo peor es que el tratamiento de los enfermos es interrumpido a cada rato. No hay un solo paciente en el país que pueda decir que no altera sus tratamientos porque es imposible mantenerse abastecido”; relata el doctor Julio Anzola, médico internista.
La insuficiencia de medicinas se ha hecho tan alta que, el país se está quedando sin medicamentos genéricos. En su momento, el Colegio de Farmacéuticos en el estado Lara exponía que, de 120 laboratorios que existían en el 2015; ahora sólo quedan 60 y que de los 411 medicamentos genéricos que circulaban en Venezuela, tan solo unos 150 son los que están circulando.