Si sientes dificultad para tragar, malestar y dolor en la garganta probablemente tengas las amígdalas inflamadas. Esta afección es muy común, también, la puedes detectar si notas manchas rojas, blancas o los vasos sanguíneos de la zona bucal dilatados.
Seguramente, al principio no le das mucha importancia a esta dolencia, pero ten en cuenta que si no la tratas a tiempo puede provocar más dolores, asfixia y dificultades para respirar. Este malestar se conoce con el nombre de amigdalitis o anginas y tiene distintas causas: virus, bacterias, reflujo ácido, alergias, etc.
Las molestias en las amígdalas son muy frecuentes y muchas veces suele ser bastante incómodo. En este sentido, puede aparecer en una o ambas amígdalas linfáticas, mayormente, cuando disminuyen los anticuerpos que producen las células de sus tejidos.
Muchos de los casos de personas con amigdalitis dura con este malestar entre dos y tres días, dependiendo de su nivel de gravedad y tratamiento. Sin embargo, hay pacientes con amígdalas inflamadas que pueden tardar hasta una semana en sentir alivio de los síntomas. Por suerte, existen algunos remedios caseros que son muy efectivos para aliviar la amigdalitis. Por esta razón, te explicaremos cómo desinflamar las amígdalas para que tu día sea más llevadero sin esta molestosa dolencia.
¿Qué es la amigdalitis?
La amigdalitis es la inflamación aguda de las amígdalas, dos masas de tejido de forma ovalada que se encuentran a ambos lados de la parte posterior de la garganta, justo por detrás de esta y por encima de la lengua. Las amígdalas forman parte del sistema vascular linfático, implicado en el sistema inmune, ya que poseen células relacionadas con la respuesta inmunológica del organismo, especialmente para la lucha en contra de las infecciones.
¿Cuáles son las causas de la amigdalitis?
La inflamación de las amígdalas es producida por algún virus o bacterias que entran por la boca o por la nariz, siendo estas las responsables de que la amigdalitis aparezca. Lo casos más frecuentes tienen su origen en los virus y, en menor escala, en las bacterias, y es poco común que se produzca por un parásito o u hongo.
Esta afección la sufren en mayor medida los niños. Sin embargo, se debe tener mucho cuidado porque todos podemos padecerla.
Síntomas de la inflamación de las amígdalas
El principal signo que te indicará que algo está mal es el dolor de garganta y el color que presentan tus amígdalas. Por lo general, las amígdalas se observan muy rojas, con áreas purulentas (con pus) o blanquecinas en forma de “placas”, úlceras o vesículas. Si están así, es momento de toma medidas inmediatamente.
Otros síntomas de la amigdalitis son hinchazón de las amígdalas, dificultad para tragar y sensibilidad de los ganglios linfáticos a los lados del cuello. Sin embargo, los síntomas que el paciente tenga dependerán del tipo de amigdalitis que se ha desarrollado. La más frecuente es la amigdalitis aguda, por lo tanto, los síntomas más comunes desde el inicio de esta afección son:
- Dolor intenso en la zona más elevada de la garganta, especialmente cuando se abre la boca o se tragan alimentos sólidos y líquidos.
- Disfagia (dificultad para tragar).
- Extensión del dolor hasta los oídos (en caso de que el estado de la amigdalitis sea severa).
- Dolor de cabeza.
- Voz rasposa, apagada o ronca, e incluso pérdida del habla.
- Producción excesiva de saliva.
- Aliento maloliente.
- Dolores musculares, vómitos y dolor abdominal.
- Fiebre alta. En ocasiones hay amigdalitis sin fiebre.
- Úlceras o aftas en la garganta.
- Dolor cervical o rigidez de la nuca.
- Tos y fatiga.
- Inflamación y amígdalas rojas, con o sin exudado.
- Ganglios del cuello inflamados.
En los niños pequeños que aún no son capaces de describir cómo se sienten, algunos de los síntomas de amigdalitis podrían ser los siguientes:
- Babeo excesivo debido a la dificultad o dolor al tragar.
- No querer comer.
- Debilidad, fatiga o agitación inusual.
- Secreción nasal mucopurulenta (mocos verdes).
- Dolor de garganta con fiebre.
¿Cómo prevenir la amigdalitis?
Los gérmenes bacterianos y virales que causan la amigdalitis son muy contagiosos. Por lo tanto, la mejor forma de prevenir esta afección tan dolorosa es tener muy buenos hábitos de higiene, así como adoptar las siguientes medidas preventivas:
- Lavarse las manos completamente y con frecuencia, especialmente después de ir al baño y antes de comer.
- No compartir alimentos, botellas de agua, ni los utensilios para comer (cubiertos o vasos).
- Cambiar el cepillo de dientes después de recibir un diagnóstico de amigdalitis.
- Evitar el contacto cercano con personas que están padeciendo de amigdalitis.
- Es importante que toda persona con dolor de garganta, se cubra con la parte interna del codo, al toser o estornudar y se lave las manos frecuentemente.
- Mantenerse en casa cuando está enfermo de amigdalitis.
Consejos para desinflamar las amígdalas
Desde tu casa es muy fácil seguir estos prácticos consejos para ayudar desinflamar las amígdalas y para sentirte mejor:
- Hacer gárgaras con agua salada: Aparte de las infusiones naturales para aliviar el dolor de las amígdalas también es muy beneficioso hacer gárgaras y desechar el líquido para expulsar las bacterias causantes de las infecciones. Para hacerlas solo debes mezclar una taza de agua con una cucharada de sal, dejar que repose dos minutos y hacer las gárgaras.
- No consumir alimentos demasiado calientes: Ingerir comidas frías ayudan más rápido a disminuir la inflamación de las amígdalas. Pero, si prefieres consumir comidas calientes como las sopas o caldos procura que no estén excesivamente calientes.
- Hidratarse: Para desinflamar las amígdalas también es fundamental tener una buena hidratación. En este proceso, evita ingerir bebidas carbonatadas y azucaradas.
Remedios naturales caseros para aliviar el malestar por inflamación de amígdalas
Afortunadamente, existen muchos remedios naturales fáciles de preparar en casa que pueden acelerar la recuperación de la inflamación de las amígdalas, gracias a sus compuestos y propiedades. Al mismo tiempo, cuando se necesita tratamiento médico, el acompañamiento doméstico es imprescindible.
Los remedios naturales caseros son grandes aliados cuando amigdalitis se trata. Por ello, a continuación te diremos qué utilizar y cómo prepararlos para que tengas la mejor solución cuando te aqueje esta afección de garganta. Eso sí, no olvides consultar a un médico profesional para determinar qué es lo más indicado para ti en este caso.
1. Hacer gárgaras con té de caléndula y miel
El té de caléndula y miel es un remedio efectivamente antiinflamatorio, antibiótico y analgésico que ayuda a disminuir los incómodos síntomas de la amigdalitis. Igualmente, hacer uso en gárgaras varias veces al día reduce de manera efectiva la inflamación, el dolor y el malestar general, por lo tanto, es una solución muy recomendada.
Ingredientes
- 1 cucharadita de caléndula (5 g).
- ½ taza de agua (125 ml).
- 1 cucharada de miel (25 g).
Preparación
Para empezar vierte la caléndula en una taza de agua hirviendo y agrega la miel. Luego, deja que repose durante unos minutos y pásala por un colador. Posteriormente, utiliza el líquido para hacer gárgaras durante dos minutos. Es importante repetir este tratamiento al menos dos veces al día para ver resultados favorables en poco tiempo.
2. Infusión de limón, sal y miel para desinflamar las amígdalas
El limón contiene una gran proporción de vitamina C, la cual es perfecta para ayudar a desinflamar las amígdalas, ya que sirve para estimular el sistema inmunitario. Este nutriente también contribuye a proteger los tejidos y ayuda a aminorar las inflamaciones generadas por lesiones o golpes.
Ingredientes
- 1 vaso de agua (250ml).
- El jugo de 3 limones.
- 1 pizca de sal.
- ½ cucharada de miel (12ml).
Preparación
Para hacer este remedio, solo deberás poner a calentar un vaso agua hasta que esta esté tibia, luego agregar el jugo de tres limones, una pizca de sal y la media cucharada de miel para endulzar. Ingiere esta infusión varias veces al día. Esta bebida te ayudará a eliminar todos los microorganismos que causan el dolor de garganta.
3. Té de tomillo y limón
El té de tomillo y limón es un remedio totalmente natural que te ayuda, de manera inmediata, a fortificar el sistema inmunológico, para mejorar las respuestas frente a los virus y las bacterias. Ingerir esta bebida ayuda a calmar la irritación en la garganta, disminuye la inflamación de las amígdalas y controla los síntomas como el exceso de mucosidad.
Ingredientes
- 1 taza de agua (250 ml).
- Una cucharada de tomillo (10 g).
- El jugo de ½ limón.
- 1 cucharada de miel (25 g).
Preparación
Primero, coloca a hervir el agua y, cuando llegue a ebullición, agrega el tomillo y el jugo del medio limón. Luego, deja reposar la infusión, pásala por un colador y procede a endulzarla con una cucharada de miel de abejas. Toma este té dos veces al día, durante varios días seguidos, hasta sentir mejoría en tu garganta.
4. Remedio de vinagre de manzana y miel
Al mezclar vinagre de manzana y miel da como resultado un poderoso remedio con acción antimicrobiana, el cual es una solución efectiva y natural contra las afecciones de la garganta y las amígdalas. De modo que, sus ácidos naturales alteran el ambiente que necesitan los microorganismos para proliferar y, oportunamente, detienen las infecciones desarrolladas.
Ingredientes
- 1 taza de agua (250 ml).
- Vinagre de manzana (10 ml).
- 1 cucharada de miel (25 g).
Preparación
Para preparar este poderoso remedio, solo debes calentar el agua y agregarle el vinagre de manzana y la miel de abejas. Una vez listo, empieza a ingerir la preparación por sorbos, preferiblemente antes de que se enfríe completamente.
5. Hacer gárgaras con sal y bicarbonato de sodio
Los enjuagues con sal y bicarbonato de sodio disminuyen considerablemente la presencia de bacterias que causan infecciones en las amígdalas y la boca. Esto debido a que ambos ingredientes tienen altos efectos antibióticos y antiinflamatorios que facilitan la eliminación de los gérmenes que afectan los ganglios de la garganta.
Ingredientes
- ½ cucharadita de sal (2 g).
- ½ cucharada de bicarbonato de sodio (2 g).
- ½ taza de agua tibia (125 ml).
Preparación
Para hacer estos buches, solo tienes que diluir la sal y el bicarbonato de sodio en la media taza de agua tibia. Luego haz gárgaras con la mezcla durante dos o tres minutos, trata en lo posible de no tragar el líquido, repite este procedimiento dos o tres veces al día, tu garganta sentirá un gran alivio y mejoría en poco tiempo.
6. Jarabe de ajo con miel para la inflamación de las amígdalas
Realmente, los componentes antibióticos del ajo se combinan con las extraordinarias propiedades de la miel para resultar en un jarabe efectivo contra la inflamación en las amígdalas. Efectivamente, este remedio totalmente natural calma el dolor de inmediato, disminuye la presencia de moco y evita las complicaciones ocasionadas por la infección de garganta.
Ingredientes
- 1 diente de ajo crudo.
- 1 cucharada de miel (25 g).
- ½ taza de agua (125 ml) opcional.
Preparación
Para elaborar este remedio, lo primero que debes hacer es triturar un diente de ajo crudo y mezclarlo con una cucharada de miel de abejas. Luego, consume este preparado en ayunas o cuando aparezca la primera señal de dolor en la garganta. Si prefieres, puedes diluir el ajo machacado y la miel en media taza de agua tibia para facilitar su consumo y atenuar el sabor.
7. Hacer gárgaras con vino blanco y romero
Los buches con vino blanco y romero son un maravilloso remedio con efecto antiinflamatorio, calmante y antibacteriano, es una solución efectiva para aliviar los molestosos síntomas de la inflamación de la garganta y la boca. Igualmente, su uso ante la amigdalitis ayuda a reducir bastante el dolor y combate los virus y bacterias que causan la infección.
Ingredientes
- 1 taza de vino blanco (250 ml).
- 3 cucharadas de romero (30 g).
Preparación
Para empezar, coloca a hervir el vino blanco y agrégale el romero fresco. Una vez esté listo, deja que repose unos minutos. Posteriormente, pásalo por un colador y utiliza el líquido restante para hacer gárgaras dos veces al día. Repite el procedimiento las veces que sean necesarias para aliviar el dolor y las molestias ocasionadas por la amigdalitis.
Puedes elegir cualquiera de los remedios naturales caseros antes mencionados para tratar la inflamación de las amígdalas, todos son tratamientos sumamente efectivos para reducir las molestias y los dolores producidos por esta afección de garganta. En caso de que los pruebes todos y notas que ninguno te funciona y cada día empeoras más, no dudes en visitar a un médico especialista de inmediato.
Es importante que sepas que la higiene bucal y consumir alimentos suaves ayuda a disminuir las molestias de la amigdalitis. De igual forma, tomar bebidas calientes y cremas son alternativas maravillosas para sobrellevar este malestar.