Este profesor no es nada común, su cuerpo entero está lleno de tatuajes y sus ojos son totalmente negros, por ello, una madre lo acusó de ser atemorizante.
Un joven docente de origen francés, tiene una apariencia poco común dentro de su trabajo, pero ello no le impide que pueda desempeñarse bien su carrera de la enseñanza. A estas alturas de la vida, es de suponerse que no debe importar el aspecto de una persona para poder ser respetado, sino más bien, por las cosas que haces por los demás.
Al parecer, no siempre es así, pues, en Francia, una madre acusó al profesor de su hijo porque le resulta terrorífico, al llevar todo el cuerpo tatuado y los ojos negros en su totalidad que, según ella, asusta demasiado a los niños.
Sylvain Hélaine, es el profesor que ahora marca tendencia en las redes sociales al hacerse viral por la tinta que lleva en todo su cuerpo, todo esto, luego de que le dedicaran un artículo en Le Parisien. Trabaja en una escuela pública y un grupo de padres han asegurado que los niños viven asustados de solo verlo, más sin embargo, ninguno de esos padres han hablado mal de la calidad educativa que imparte.
El profesor de 35 años, tiene una trayectoria docente de 12 años desempeñados en varios institutos de Francia. Este aspecto, es algo que debemos tomar en cuenta para preguntarnos a nosotros mismos si de verdad estos padres están fijándose en lo más importante.
Hélaine da clases a niños con edades comprendidas entre los 2 a los 12 años, por ello, los representantes acotan que no están listos para aceptar y comprender la imagen que muestra.
Pero, más allá de los estereotipos que imponen las instituciones, podría servir de enseñanza a los pequeños para ser más tolerantes y aprender que todas las personas en el mundo tienen rasgos y aspectos físicos distintos, y que por eso hay que respetarlo.
El educador posee una cuenta en Instagram como @Freakyhoody, en la que constantemente muestra su inversión de más de 460 horas de tatuajes en toda su piel. Muchos de sus seguidores creen que cuando tenga 80 años ya tendrá el 100% de su cuerpo lleno de tinta, pero que ello no afectará su capacidad para seguir enseñando.
El joven profesor dice que nunca ha visto a sus alumnos asustados, solo se sorprenden al verlo, y cuando lo conocen más, se olvidan de su apariencia. Por eso bien dicen que “no se puede juzgar al libro por su portada”.
