Mucha es la discusión, sobre la industria petrolera venezolana y la economía nacional la misma se debe centrar en los retos que plantea el futuro declive del negocio petrolero mundial, impulsado por una transición energética hacia fuentes alternativas a los combustibles.
El economista Rafael Quiroz, especialista en materia petrolera, afirmó que hoy en día la inversión petrolera y gasífera se concentra en proyecto de ciclos cortos de retornos de inversión y reparto de utilidades y en proyectos convencionales donde la maximización de los beneficios se centra en costos bajos en infraestructura.
De acuerdo al juicio del economista, existen expectativas de disminución de la demanda de combustibles fósiles en el mediano y largo plazo en el mercado petróleo, por modificaciones en la matriz energética mundial, menor crecimiento económico y presiones ambientales sobre la industria para la descarbonización.
Adicional a esto, el incremento de la producción petrolera promedio de Estados Unidos de 12,2 mmbd en 2019, frente a los 10,8 mmbd de 2018 expanden la oferta mundial de crudo.
Por su parte, la OPEP estima en $10,6 billones la inversión para satisfacer la demanda mundial hasta el año 2040. La organización prevé una disminución de su petróleo en 7% en los próximos cuatro años, una caída promedio de 2,1 mmbd en 2023.
Para el economista, el mercado petrolero mundial tiene un margen estrecho para mantener el equilibrio. Y el aumento de la producción de Estados Unidos y de sus inventarios puede desencadenar una sobre oferta mundial en 2020 y presionar los precios a la baja.
Para Quiroz, el mercado petrolero mundial tiene un margen estrecho para mantener el equilibrio. Y el aumento de la producción de Estados Unidos y de sus inventarios puede desencadenar una sobre oferta mundial en 2020 y presionar los precios a la baja.
Caso Venezuela
Quiroz, sostiene que entre enero y septiembre Pdvsa ha perdido 407 mbd un 61%. Lo que evidencia que la producción continúa decayendo en un escenario de sanciones por parte de EEUU sobre la industria petrolera, desinversión en los procesos de producción, refinación y otras cadenas de valor, junto a un limitado flujo de caja para hacer frente a los compromisos financieros.
Asimismo, el economista Quiroz, considera como un dramático declive que presenta la industria venezolana, “siendo este el resultado de un complejo proceso de intereses políticos antagónicos y externos, que a su vez evidencian el interés de viejos-nuevos actores petroleros en entrar en un mercado que se hace más estrecho, en transición energética”. En este particular, luce contradictorio pretender impulsar la industria petrolera nacional bajo un escenario de largo plazo.