Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el desempleo subió un 10,1% durante los primeros 90 días de 2019.
En ese lapso la acción económica descendió en un 5,8% en relación a los primeros tres meses de 2018, lo que indica que la economía argentina sigue arrojando cifras negativas. Por tal motivo, las preocupantes cifras que indican que la tasa de desempleo aumenta a 10.1% en Argentina se han encargado de alarmar a los mandatarios y a los habitantes de dicho país.
El declive iniciado en abril del año 2018 no ceso y ha ocasionado la pérdida de 220 mil puestos de empleo, además de agravar el problema del subempleo, en el cual 25% de los trabajadores presentan esa triste realidad. El informe del Indec calcula que casi cinco millones y medio de argentinos imploran trabajo en la actualidad.
Indec, consideró relevante el descenso del número de asalariados y el acrecentamiento de los trabajadores por su cuenta, entre los que resaltan los dedicados al servicio doméstico. Los primeros afectados por el flagelo son hombres y mujeres en edades comprendidas entre 14 y 29 años, y los sectores donde cesan más puestos de trabajo son la infraestructura, la industria y el comercio. La acentuación del desempleo no es tanto por la incorporación de jóvenes al mercado laboral, si no por los despidos masivos al cerrar las empresas o reducción de personal.
Son antecedentes muy negativos para el gobierno del presidente Mauricio Macri, puesto que pretende reelegirse, sin recordar su opinión acerca de lo “fácil” que era vencer la inflación antes de alcanzar a la Casa Rosada, además todos recuerdan las afirmaciones sobre el empleo cuando en medio de la campaña electoral de 2015, dijo que el restablecimiento del empleo sería “la prioridad” durante su mandato.
Para salir de la recesión, el gobierno requiere manejar anticipadamente la inflación. En este momento está en el 3,1%, y pocos analistas piensan que durante el 2019 baje del 2% al mes. El Banco Central lucha el golpe de los costos con unas variables de interés exorbitantes, por sobre el 70%, que conservan bajo mínimos el negocio del crédito y asfixian a las empresas.
4,7 millones de individuos que laboran en informalidad, están en contexto de precariedad, casi la mitad de lo que representan formales (9,5 millones) 3,6 millones se desempeñan en el sector público y 2 millones no tienen empleo.
La provincia más afectada por la inactividad es Buenos Aires, la más habitada y adinerada de Argentina y el espacio donde probablemente, se disputará en octubre la presidencia y el control parlamentario.
