Amy Fuggiti va a cumplir su sueño de ser madre, gracias a su hermana gemela, quien le prestó su útero.
La infertilidad es una condición que, aunque parezca mentira, invade a una gran parte de la población. Además del hecho de no poder reproducirse, termina provocando una serie de situaciones negativas, entre ellas, separaciones y depresión.
Hay soluciones para muchos de los casos, pero para otros, lamentablemente no hay nada que hacer. Pero, este no es el caso de Amy Fuggiti, de 36 años, quien ha luchado por muchos años pasando por distintos tratamientos de fertilidad para poder ser madre. De hecho, hace poco se sometió a una fertilización in vitro, sin obtener ningún resultado. Ya no lo quedaban más opciones.
Como siempre hay una luz al final del túnel, Amy contó que su hermana gemela, Courtney Essenpreis, se cansó de verla intentar y sufrir por ello. Y fue entonces cuando tomó la decisión de prestarle su útero para albergar a quien sería su futuro hijo. Esa fue la esperanza de Amy y su esposo.
Por su parte, Courtney, ya tenía dos hijos, aunque también tuvo muchas dificultades para embarazarse, pues, las gemelas, nacieron con el síndrome de Axenfeld. Una condición que hace difícil un embarazo, por lo que, si querían ser madres, debían someterse a procedimientos médicos especiales.
En su momento, Courtney probó suerte con la fertilización in vitro y logró tener a dos hijos. Pero a Amy se le hizo más difícil, quien comentó que no tuvo que pedirle el favor a su hermana, sino que, simplemente, ella sola se ofreció a ser su sustituta, “Estamos tan unidas que se sintió como algo que se suponía que tenía que pasar“, dijo Courtney.
Actualmente, Courtney tiene en su vientre al hijo de su hermana Amy, quien cuenta con emoción, “Cuando digo ‘estamos embarazadas’ me refiero a mí, a mi esposo y a mi hermana. Es una hermosa celebración de la vida, porque los tres hicimos esto juntos“.
Las personas que conocen su historia se emocionan demasiado y están muy felices por ellas, ya que han sido muy especiales en la vida de muchos. Amy finaliza diciendo que “Si no pudiera tener mi propio embarazo, ¿quién mejor que mi hermana gemela para hacer realidad mi sueño? Es maravilloso, un milagro“.
